Lihuel me rondaba y me zumbaba: "Dale má, dejame sacar a mí, tengo cuidado, dale má, dejame sacar a mí, dale má, dale má"
Y mamá qué hizo? le puso la camarita con el cordón en el cuello y le explicó que por donde tenía que mirar y que botón apretar.
Y se acomodó, buscó en la cocina, se agachó y puso cara seria, con cuidado apretó y el flash iluminó su sonrisa.
"Listo", me dijo contento como una lombriz. "Y a qué le sacaste hijo?", pregunté mirando la pantallita. "Al clavito, má, no lo ves?"
Quien tuviera sus ojos para descubrir la vida con su mirada...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario