Si por lo menos pudiera privarme totalmente de los sentidos podría no percibir toda esta energía y toda esta belleza que efervece alrededor mío.
Es como tener el vaso de agua fresca delante, la boca pastosa de sed y las manos anudadas a la espalda. Sólo que él único tirano capaz de semejante tortura soy yo misma.
YO.
Carcelera y Prisionera.
La llave en la mano y el candado en el alma.
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