jueves, 27 de octubre de 2005

enferma

No me gusta sentirme enferma.
Me pesan los ojos, me duelen, todas, (pero todas todas) las articulaciones. Me siento sucia, fea, rara, más rara que de costumbre.
Pero no quiero parar. Si me quedo tiradita en la cama como quisiera, como el cuerpo me pide es peor. Aunque lo peor en no tener quien me mime.
Me revienta estar así. Si por mí fuera estaría quejándome y llorando mocos transparentes. Pero yo no soy quejosa, mi madre me enseño a no serlo.
Aunque no estaría mal ser una enferma hinchapelotas, aunque sea por un día.
"Ay, no encuentro el control remoto... Ay, qué ganas de comer bizcochitos... Ay, qué sed que tengo... Ay, sacame al gato de la cama... Ay fueron a hacer las compras?... Ay, se acordaron de las pilas y las fotos?... Ay, ay, ay..."
Pero no.
Soy una enferma muy correcta,
muy "polite",
muy de "sí, tengo 38 de fiebre pero con un par de tabcines ando bárbaro"
Y sigo funcionando, yendo, viniendo, haciendo y deshaciendo. Aunque me duela desde las uñas hasta el pelo, aunque me vea así de ojerosa y despeinada, aunque la fiebre me haga tener frío (pero frío frío eh?) en este día primaveral y soleado.

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