viernes, 3 de octubre de 2008

sarasa

no encuentro por dónde empezar. llevo, cuánto, tres, cinco, cuántos días así. me quedo mirando mis dedos inmóviles en el teclado durante dos o tres minutos, y en un ataque de bronca cierro todo y lo dejo para más adelante. pero me conozco y estoy en uno de esos tantos períodos en los que no soporto mirarme con demasiado detalle porque tengo miedo. a qué? miedo a qué? a reconocerme dentro de esta maraña absurda de pensamientos vagos y sin sentido? a por fin encontrarme y decirme "aj, tanto tiempo buscándote para que sólo seas esto?" miedo a decepcionarme? y entonces me acuerdo de eso de los ciclos que lunariamente aparecen en mi vida, como si el cambio de estación me moviera a mí también ciertas cuestiones fotosintéticas que hacen que se activen... sarasa. como siempre cuando no se que decir. sarasa. y ahora escribo sin mirar la pantalla, miro solamente como se mueven mis dedos que hasta hace tres minutos estaban paralizados en su posición de descanso, los índices en la F y en la J respectivamente, pero que ahora vuelan de una letra a otra tratando de atrapar este desquicio que tengo en la cabeza y que hace que me duelan las articulaciones y que lo único que me provocan es ganas de envolverme en una manta, enterrarme en el sofá con la nariz apenas asomándose y así poder pasar los próximos seis días en tercios iguales de lectura, zapping idiotizante y sueño con dolor de cabeza incluído. y aunque sepa que como tantas otras veces esto después se me pasa aún a pesar de que no encuentro todavía cuál es el mecanismo que se activa en mi persona que me devuelve a la rutina y a la paz, aunque todo esto ceda y mi cuerpo encuentre una vávula de escape para liberar tanta presión interna y pueda drenar todo el pus que se me acumula en el alma con el paso de los días, ahora, AHORA, en este preciso instante en el que muevo los dedos de arriba hacia abajo llenando cada línea de caracteres que se ponen más y más borrosos, ahora decía, hoy me siento como el culo.


y después de tres minutos de releer lo escrito, no me queda otra que reírme para diluir este nudo en la garganta y darle publish para por fin irme a dormir.

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