sábado, 5 de marzo de 2005

tandil

no hay nada mejor que ser turista-residente en una ciudad como Tandil

En 1995 el trabajo nos llevó a Tandil y ahí nos quedamos durante cinco años.
Jamás habíamos estado en Tandil, así que el primer tiempo fue como estar de vacaciones, turisteando los rincones que nos ofrecía el lugar en cada momento libre que nos dejaba el trabajo. Y cada día descubríamos fascinados nuevos detalles, nuevos paisajes, nuevas grietas en empedrados viejos, nuevas vistas de los mismos cerros, nuevas flores silvestres en las caminatas, nuevas figuras dibujadas en la niebla del invierno, nuevas personas, nuevos amigos, nuevos sabores, nuevos...
Y si no hubiera sido porque el trabajo nos llevó por otro rumbo, seguramente ahí nos hubiéramos quedado.

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