miércoles, 3 de agosto de 2005

azar

Una costumbre (que saqué vaya uno a saber de dónde) que pocas veces me falla cuando tengo que tomar una desición o cuando quiero saber como viene pintando algún asunto:
tomo un libro cualquiera de la biblioteca,
lo abro en cualquier página,
leo la primera frase que se me cruza.
Generalmente las oraciones tienen un sentido positivo o negativo fácilmente identificable. Y así puedo deducir si tengo el tarrito un poco ladeado o si todo va bien y sin salpicaduras.

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