Rebalsan, colapsan, se estancan, se derrumban e inundan las calles en lugar de dejarlas sin charcos enoooooormes que parecen lagunas.
Aparentemente, muchos vecinos conectan las rejillas de los patios a la cámara del desague sanitario. Y entonces cuando llueve mucho en ciertos barrios hay que pensarlo dos veces antes de apretar el botón del inodoro.
Eso cuando no te hacen la caída de la calle para el lado equivocado. El desague está en la esquina de atrás de la foto (la que está a mis espaldas); la inclinación de la calle hace que el agua se amontone en esa esquina y no escurra. Eso lleva a que los garages se inunden, a que las veredas se llenen de basura que viene navegando y a que en los patios en lugar de salir el agua por la rejilla, entre a borbotones.
Un detalle más de esta despelotada urbanización que es mi ciudad.
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