miércoles, 16 de enero de 2008

ddc

ddc= después del campamento

ya fui y volví.
todo muy lindo
todo muy agotador
todo muy energizante
todo muy.

de todas maneras el punto más alto fue la evacuación el día de la tormenta.
con eso pude descubrir que soy capaz de mantenerme en calma aún cuando todos corren y se asustan y se enojan; y también maravillarme ante mi persona que a pesar de los miedos y de las incomodidades, pude dormir en el suelo y dejar de bañarme un día entero sin morirme en el intento.

llevé dos libros, uno para leer si tenía tiempo (no tuve) y uno por las dudas. el por las dudas nunca pudo darse porque al terminar el desayuno había que preparar el almuerzo y al terminar el almuerzo había que hacer la merienda y después la cena. y después? después ya eran la una de la madrugada y no teníamos energía ni para aprovechar que teníamos la carpa para nosotros dos solitos por primera vez en mucho tiempo.

me encontré con muchas cosas, a saber me encontré...
con que los chicos que no se subieron nunca al subte te hacen morir de risa,
con que si haces torrejas de acelga para 100 personas tenés que hacerlas más chiquitas,
con que la sopa es rica aunque haga 32 grados,
con que la bondad y la amabilidad no necesariamente esconde debilidad,
con que el fantabuloso L. con su analfabetismo es mucho pero mucho más sabio que algunos universitarios que conozco,
con que algunas personas están locaslocaslocas,
con que las luchas de poderes se dan en muchos ordenes,
con que el señor Luis Otero sabe tocar la armónica magníficamente bien,
con que la canción del final siempre te hace llorar,
con que la energía que desprenden 9ooo personas reunidas es suficiente para alimentar una ciudad pequeña durante décadas...

como en todo viaje quedaron cosas pendientes, cosas que aprendí para un próximo y cosas que aún en su amargura me hicieron crecer.

1 comentario:

Bastet dijo...

Que lindo! fuiste al CaNaCes!! Yo también, estuve en la parte de jefatura de aldea.
Muy lindo el blog.
Saludos