vacaciones no son vacaciones si no puedo poner los pies en la arena y la cabeza en el mar por lo menos un fin de semana. así que después de dejar el lavarropas con la lengua afuera de tanto lavar durante dos días nos fuimos a monte hermoso.
justo que nosotros llegamos las aguavivas se fueron, lo que transformó todo en un placer enooooorme. solcito tibio, vientito suave del sudeste, la marea en su punto justo, las olas ideales para barrenar y mate, mucho mucho mate.
me autoimpuse una rutina que hizo que me sintiera prácticamente inmune a los dardos envenenados de mi vieja, es más esta vez creo que le afectó más a S. que a mí. parece que las ideas y las "técnicas" de esquive que me estuvo enseñando mr. ms el año pasado surtieron efecto.
y te cuento un secreto? después de haber bajado 15 kg y de haberme matado en el gym, pero sobre todo de ver bien a mi alrededor sentadita bajo mi sombrilla, llegué a la conclusión que mi cuerpito después de 15 años se merecía volver a tener colorcito en la panza. así que muy contenta acompañada de mi hija me fui a comprar una malla dos piezas (que antigüedad, dos piezas, cocina y baño, pero bue, lo mío no es bikini así que...) conclusión, ahora ando asustando a la gente con mi panza de lagarto overo. así que si vienen a monte hermoso y ven gente corriendo espantada en la playa, fíjensé bien, porque por ahí atrás vengo yo.
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