Acá te mando una foto de la luna lunera cascabelera que saqué el año pasado durante el campamento de los scouts. Me acuerdo que esa noche hacía mucho frío, el pasto estaba húmedo y aunque ya todos en el camping dormían yo no podía parar de reírme. Tuve que sacar chorrocientasmil fotos hasta que una (UNA) quedó justo como yo quería. Ahora con el curso de fotografía que estoy haciendo espero tener que sacar apenas chorrocientas fotos antes de encontrar una (UNA) que me guste.
Falta tan poco para empezar a romper todo el fondo del patio y tantas cosas todavía están pendientes. Sin embargo, de manera sorprendente, aún para mí misma, no tengo nervios. Al final he aprendido que en la vida cuanto más relajado estás más probabilidades tenés de disfrutar el proceso de vivirla. Porque al final de cuentas uno se pasa todo el tiempo preparándose para el futuro y el futuro es ahora.
Como ahora? Ahora no es el presente? NO! Desde bien chiquito tenés que entender gusanito algo que a mí me llevó una banda de años y de tristezas inútiles deducir. El futuro es ahora. Ahora, en este preciso instante en que yo estoy apretando las teclas para escribirte estoy construyendo el futuro. Y si bien uno piensa en disfrutar de la obra terminada, también hay que divertirse con la edificación. Es una tarea sucia, lenta y con muchos altibajos, imprevistos y demoras; pero hay que pasarla. Entonces al menos hagamos que ese tiempo después sea recordado con sonrisas y satisfacción
La madrugada y el helado de chocolate con licor es una mala combinación, se me da por filosofar absurdeces.
Portate bien y no hagas lío. Besos de tu tía eMe.
1 comentario:
Y qué?
No está bueno disfrutar de la ruta, mientras te trasladás de un lugar a otro?
Ver el horizonte, sentir el viento, disfrutar los olores?
Entonces?
Lo importante es el camino, no llegar.
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