Tengo la cabeza llena de fragmentos. 
Como cuando se cae un espejo y todas las astillas rompen la imagen en cortes discordantes. 
Como en esos cuadros cubistas que ponen un objeto tridimensional cortado en fetas bidimensionales.
Eso.
A lo mejor un cubista puede entender mi cabeza.
Creo que necesitaría al señor George Braque como terapeuta.
 
 
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