martes, 15 de julio de 2008

rutina

volver a la rutina es difícil, pero en muchos casos es sanador.

saber que a cada minuto le sigue otro igual pero completamente diferente.
saber que después de esa clase viene el café y las carpetas y que después hay que pasar a firmar las planillas, sonreír y retarlos en dosis iguales.
saber que vuelvo corriendo esas dos cuadras y almorzar sopita tibia que me haga mimos en la lengua, que las mochilas, los cuadernos, las carpetas y las bufandas tienen que estar listas para después volar hasta la escuela.
saber que el timbre, que los libros de temas, que los borradores, que las tizas, que otra-vez-tarde-fernandez-que-vamos-a-hacer-con-usted, que los libros, que café otra vez, que firmame acá, que ahora te preparo los reactivos, que ya enseguida le consigo la constancia, que el timbre no se olviden del timbre y después la salida.
saber que hay que volar y correr esas dos cuadras para llegar antes de que doblen la esquina, hola-hola-hola a todas las otras madres que hace media hora están charlando, beso-beso cómolesfuehoy? vamosvamos, hayquetomarlaleche, comprar el práctico, y volar otra vez, gimnasio-guitarra-taekwondo y enormes etcéteras.
saber que milanesas, tarta, puré, guisito de salchichas, hamburguesas y fideos, zapallitos y pollo al horno, huevos poché y palitos de merluza, revisar deberes y pasar el peine fino, no anden en patas que los mocos, tomaron el jarabe?
saber que la tele o internet jugando o libros con cuentos de dos páginas que tardo tres días en leer porque a los dos renglones me duermo.

y todo eso de memoria, sin pensar, agotada pero disfrutando.

porque cuando andás en bicicleta sin miedo y sabiendo donde están las piedras del camino, podés pedalear tan pancha y disfrutar del paisaje, mirando los detalles y muriéndote de risa de los que creen que la verdadera aventura está en hacer todos los días algo distinto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"volver a la rutina es difícil, pero en muchos casos es sanador."

La rutina puede ser maravillosa.
Y como vos decís, sanadora.

Hay cosas que en su misma repetición se vuelven un mantra.

Como volver del trabajo, tirar todo, sacarse los zapatos y dejarse caer en el sillón cerrando los ojos un momento para darse la bienvenida a casa.

Un beso.

Anónimo dijo...

que lindo post para una tarde de invierno!!
unu abrazo