a veces mientras leo algunos blogs nuevos y avanzo entre posts salteados
para ver si ESO que me atrapó en un lectura
es un factor común o apenas una casualidad que se deshilachó sin querer,
me pregunto:
cuánto de verdad hay en cada entrada?
cuánto de imaginación esconden los títulos?
cuánto de catársis golpenado las teclas hay en las letras?
cuánto de lágrimas mordidas destilan esas imágenes?
cuánto de esa ductilidad,
de esa sensibilidad,
de ese cinismo berreta,
de ese histrionismo que leo
se traducirá en la realidad oficinesca de ese encargado de sistemas?
cuánto de esa verborragia,
de esa violencia inteligente,
de esa letalidad en los dichos,
de esa necesidad de afecto
permanecerá escondido detrás del pulcro "buenos días" de la recepcionista?
a veces mientras releo en este blog y retrocedo entre posts salteados
buscando si ESO que alguna vez me empujó a la escritura
fue un dolor persistente o apenas un cimbronazo que despertó mis sentidos
me respondo...
2 comentarios:
Así que tú eres ésa... y yo soy el que soy... que no soy tú, por supuesto. ¿Y por qué hablas de tus tripas?
ésa misma a veces soy
porque desde mis tripas se gestan mis sentimientos, ni corazón ni cerebro, pura visceralidad lo mío
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