martes, 9 de diciembre de 2008

muere el amor?

Hace poco, la mamá de una de mis mejores amigas, que tiene casi cuarenta años de casada, me confesó que lleva más que esos años locamente enamorada de su esposo. Si está guapo el señor, pensé, pero, ¿en serio puedes estar LOCAMENTE enamorada del mismo hombre toda tu vida?

Mi cínica mente lo negó. Imposible. Estar locamente enamorado es cuestión de meses y neurotransmisores. Luego puede seguir una relación duradera basada en un amor a largo plazo en el que intervienen decisiones conscientes e inconscientes, pero estar locamente enamorada, así, con mariposas en el estómago, no creo.

Monogamia y ciencia

A pesar de que se ha definido como un hecho cultural, parece que la ciencia se está volviendo muy conservadora o que está demostrando las ventajas de permanecer ˆsi no locamente enamorada del mismo- si en una relación duradera y satisfactoria.

La doctora Bianca Acevedo, del Colegio de Medicina Albert Einstein de Nueva York, junto con la reconocida antropóloga biológica Helen Fisher, quiso confirmar si las personas que, como la mamá de mi amiga, dicen seguir enamorados de su pareja después de 21 años, presentaban la misma actividad cerebral de quienes se acaban de enamorar.

Presentaron los resultados de su estudio en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia el pasado 16 de noviembre. ¿Qué encontraron? Que en efecto, quienes han estado enamorados de la misma persona por dos décadas tienen actividad en la misma región del cerebro que se asocia con los inicios del enamoramiento.

Still crazy after all these years

Para la mayoría de las personas, el amor cambia a través del tiempo y va de obsesivo a tranquilo y cómodo. Sin embargo, un pequeño grupo de personas se mantiene durante muchos años con la emoción de la primera vez. Desde 2005 se sabe que una región del cerebro que se llama Ventral Tegmental se activa en gente que lleva unos cuantos meses enamorada cuando ven la foto del amado. Es la misma región que se estimula con el uso de cocaína y también donde se controla la producción de dopamina, un estimulante natural.

La idea era comprobar si a quienes dicen llevar muchos años tan enamorados, todavía se les activa esta región cerebral cuando ven la imagen de su pareja. Resultó que sí. Al evaluar las diferencias entre recién enamorados contra los que llevan muchos años, las científicas encontraron que quienes llevan muchos años locamente enamorados tienen más actividad en las partes del cerebro relacionadas con la calma y la disminución del dolor, mientras quienes están recién enamorados muestran actividad cerebral en la región que se asocia con ansiedad y obsesión.

Estas imágenes del cerebro nos demuestran cómo podemos seguir enganchados a otra persona desde el punto de vista neuronal. Más adelante, la doctora Acevedo va a seguir a un grupo de recién casados para saber cómo va evolucionando la actividad cerebral a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Sólo faltaría saber cómo elegir, de entre todos los galanes, ese que puede mantenernos llenas de dopamina toda la vida.


Lou Botello

Health & the city

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