martes, 12 de agosto de 2003

se, me atás?

Qué se hace con un chico que llega a séptimo grado, es tu alumno y antes de salir al recreo te dice: seño seño me atás los cordones?
opción a: se lo manda al banco y se le dice: nene, no me rompás que no estoy de humor
opción b: se pide el legajo del chico para comprobar que los padres no sean primos.
opción c: se eleva un informe al gabinete psicopedagógico de la escuela y que se arregle Martita que para eso ella estudió.
opción d: se le atan los cordones

M. es como un nenote de 4º grado embutido en el cuerpito de un púber. Tiene acné, pelusa de bigote y ya está cambiando la voz. No es retardado, no tiene deficiencias de aprendizaje, presenta unos trabajos espectaculares, los compañeros lo cargan pero lo tratan con cariño.
Sin embargo tiene un problema en la motricidad fina que le impide, entre otras cosas, escribir a mano con prolijidad y atarse los cordones. A veces lo ayudan los amigos, pero otras yo soy la que está más a mano antes del recreo. El primer día pensé que me estaba tomando el pelo, ahora ya me acostumbré a que los días que viene a la escuela con zapatillas seguro que voy a tener que atarle los cordones.

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