Anoche fuimos a ver una banda local que se llama 52 St. Big Band. Eran 15, de los cuales 11 tocaban vientos (trompetas, saxos de todos los tamaños, trombones, clarinetes). El estilo era swing, y se despacharon con varios clásicos. En la sala eramos no más de 100 personas, que en un teatro de 450 butacas es bien poco. Pero igual la banda se despachó con gusto.
Como no teníamos con quien dejar a los chicos, los llevamos con nosotros. Ailén se la pasó moviendo los pies y bailando sentada en su butaca todo el espectáculo. Lihuel al prinicipio movía la manito siguiendo el ritmo, pero después se aburrió, se hizo un ovillo y se durmió.
Los detalles:cuatro señores solos que promediaban los 65 años. Se movían y sonreían y disfrutaban de la música con una impunidad total. Había uno que si se le hubiera presentado la oportunidad, sacaba a bailar a alguien. El otro detalle, la versión del tema de la Pantera Rosa. Un placer vea, si alguien no movió aunque sea un dedo con ese tema, es porque estaba muerto.
Linda linda la salida.
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