lunes, 22 de marzo de 2004

30 días

UN MES! bue, casi
Qué barbaridad, qué abandonado tengo este rancho.

Detalles de la ausencia:
1
La obra de remodelación/ampliación de la casa sigue avanzando, y con la obra avanzan el polvillo, el pegote de cal y cemento en las zapatillas, las preguntas al arquitecto, los ruidos y golpes, las recorridas eternas buscando los mejores precios en pisos, ladrillos, ladrillones y cerámicos, sanitarios, grifería, maderas, hierro torsionado y muchas otras cosas que ni siquiera tenía idea que existieran.
2
El comienzo de clases, de las clases de Ailén (2ºEGB; inglés; natación y guitarra), de las clases de Lihuel (jardín sala de 4, gimnasia) y de las clases de Mariana (sigo con mi 9ºEGB y ahora incorporé dos 7ºEGB, además del curso de violencia familiar y las imperdibles clases de natación).
3
Algunos memoriosos recordarán que el año pasado tuve que formatear el disco C. Después de ese incidente me acostumbré a resguardar mis archivos una vez cada quince días. Menos mal, porque mi computadora después de la mudanza al galpón se ofendió terriblemente, creyó que la descartábamos por obsoleta, cayó en un pozo depresivo y se suicidó.
Sep, así como lo oyen: un día fui muy inocentemente a prenderla para seguir armando mis planificaciones (tarea docente divertidíiiiiiiisima por cierto) y no arrancaba. Las lucecitas parapadearon un segundo y después...........................silencio...........................nada de nada...........................excepto por... "Ché Silvio, qué es ese olor raro?" Desde el patio vino Silvio arrastrando las ojotas y diciendo "hmmmmmmm?" "Ese olor, qué es ese olor?" "No, no, NO!!, apagá la zapatilla, la zapatilla!!!" Yo como estaba de sandalias (hacía muuuucho calor ese día) no entendí de qué zapatilla me hablaba.
End of the story: Se quemó. Todavía no entendí muy bien qué, pero el diagnóstico que dieron entre Silvio y mi cuñado fue terminante: "se quemó". Y las fotos? Y los mp3 que no había copiado? Y los jueguitos esos que son del año del ñaupa? y el banner? Kaput.
Silvio tardó 10 días en conseguir todo para armar otra máquina, configurarla similar a la que teníamos (similar no es lo mismo, en serio, en la ropa por ahí uno zafa, pero en otras cosas, créanme, similar no es lo mismo) y dejarla a punto para trabajar.
4
Tener la máquina en el galpón hace que uno piense varias veces en la necesidad de ir a prenderla y conectarse a Internet. Creo que fue la cura desintoxicante más simple de mi vida, hasta estoy pensando en sacar la heladera y la alacena y llevarmelas al galpón, para así poder adelgazar de una bendita vez ;). Se nota que como no tengo cerca el objeto de mi tentación, es como si dejara de existir. Las pocas veces que me he conectado ha sido por verdadera necesidad de información o por mandar y bajar mails. He leído algunos pocos blogs, pero no hice un círculo taaaaaan desmedidamente amplio como otras veces. Me limité a leer los que más más más me gustan, aunque tampoco he dejado comentarios.
5
En este tiempo desinformatizada retomé la costumbre del papel y la bic azul. Y me han germinado unos porotos felices que me gustan mucho. Y también me gané varias siestas leyendo, pero no letras en una pantalla, sino libros-objetos. Y pude disfrutar otra vez del sillón ese que tiene el hueco justo de mi traste y del sol en la ventana mientras mi hijo juega a los piratas con un parche de cartulina y una espada que armamos con los dedos llenos de plasticola blanca.

Saben una cosa? Durante mi ausencia los extrañé, mucho muchomucho. Pero no tanto como yo hubiera creido.

No hay comentarios.: