viernes, 16 de enero de 2004

La mayor parte del tiempo trato de ser algo así como espontánea.
Pero algunos detalles a la hora del lavadero me delatan:
         --> La ropa sucia blanca la pongo en un canasto blanco; la ropa sucia de color la pongo en un canasto naranja. Me pone muuuuy nerviosa encontrarme un par de medias verdes en el canasto blanco.
         --> A la hora de lavar la ropa de color separo todo lo naranja o beije o marrón por un lado, todo lo verde por otro, todo lo rojo por otro y todo lo azul o violeta por otro. Si los subgrupos de color son chicos puedo combinar lavaddos de rojo-azul y de amarillo-verde; nunca pero nunca de rojo y verde.
         --> Lavo la ropa personal por un lado y en otro ciclo diferente lavo sábanas, toallas, manteles y repasadores. Nunca pero nunca lavo una servilleta o un pañuelo junto con los pantalones o las remeras.
         --> Saco la ropa del lavarropas siempre en este orden: primero la ropa grande (remeras, camisas y pantalones míos o de Silvio) y la pongo en un balde grande; después la ropa chica (remeras, camisas y pantalones de Ailén o de Lihuel) y la pongo en un balde chico; y por último la ropa interior.
         --> Para colgar la ropa sigo el mismo orden que para sacarla del lavarropas. Y todo lo que es de color lo cuelgo con las costuras hacia afuera.
         --> Uso primero todos los broches de plástico y recién cuando se terminan sigo con los de madera.
         --> Las medias siempre las cuelgo de a pares. Si encuentro primero una en el balde, la cuelgo y dejo el espacio al lado para cuando aparezca la compañera.


Sí, soy toda una maniática estructurada.
Yo me río y trato de justificarme diciendo que es porque soy de Virgo.
Pero en realidad hay días en los que tanta estructura me preocupa.

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