Y después del encuentro, el amor se consolidó. Hubo un testigo familiar que vió cuando nos encontramos por primera vez, y dijo: "los vi besarse y abrazarse como si por mucho tiempo hubiesen sido novios y no se veían". Y así fue, producto de un enamoramiento desbordante y veloz, como la luz del alba que ilumina y desplaza rápidamente la oscura noche. Y durante esos días juntos, comprobamos todo lo que presentíamos, la seguridad de lo que preveíamos, y vivimos horas de indescriptible felicidad de amor. Y el amor se hizo completo porque pudimos compartirlo con nuestra increíble y bellísima amiga Anna, quien fue la que hizo posible nuestra unión de corazones. Ambos lo sabemos: nunca terminaremos de devolverle el favor que nos hizo. Y por ella entonces pudimos descubrir que con Alejandra fuimos el uno para el otro, como lo creíamos. Y ahora lo somos más, y ya no queda ni la más mínima duda de ello. Cada día nuestro amor crece más y más, así como la necesidad de vivir juntos para siempre, y de disfrutar de nuestros sentimientos puros, y luchar en la vida a la par.
Estar enamorado de esta manera es grandioso, siempre lo imaginaba, lo pintaba en mi mente como algo celestial, algo muy especial, y así lo es, ahora que lo comprobé.
Las siguientes líneas fueron escritas cuando recibimos la foto anterior del beso.
Cuando nos besamos, nos perdemos en nuestro mar
de amor que rebalsa de nuestros corazones.
Son besos, pasiones que desbordan cascadas
de sentimientos que arden en nuestras almas.
Son besos, calor en el pecho que enciende
nuestros sueños y eterniza nuestras sonrisas.
Son besos, que nos enlazan y nos funden
en un sinfin de sensaciones primaverales.
Son besos, que marcan el camino a transitar
de la mano de un amor inagotable.
Son besos, que nos une
en un solo suspiro,
en una sola mirada,
en un solo latido,
en un solo vivir
un amor verdadero.
TE AMO ALEJANDRA!
GABRIEL
Gabrielus
yo soy yo...
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