miércoles, 19 de septiembre de 2007

snap!

un fin de semana de mierda.
pero ojo, pronunciando mierda con todas las erres posibles, como para marcar la diferencia entre una fin de semana de mierda y uno bien de mirrrrrda como el que fue.
que por cierto coincidió con mi cumpleaños.
38.
no, no parezco.
debe ser la eterna adolescente que tengo metida adentro o debe ser la energía que les vamipirizo a los alumnos. andá a saber.
pero no sólo fue un sábado espantoso y triste y lleno de lágrimas y mocos y dolor de cabeza. no. no alcanzaba con que la previa fuera un horror. el domingo fue lento, el día, EL día también fue espeso, vacío y totalmente olvidable.
ah, pero la maravilla de maravillas fue el lunes. ese sí que fue un día para marcarlo en el almanaque y guardarlo en la caja con las flores secas y con los boletos capicúa de los colectivos. el lunes mi cabeza terminó de hacer explosión. como una olla marmicoc cuando de golpe le salta la válvula de seguridad, así tal cual. y me transformé en un monstruo que aún hoy dos días después me asusta y me asombra.
cómo puede ser que una persona acumule tanta pero tanta podredumbre dentro y de golpe se le desborde la vida de semejante manera, no lo sé. cómo puede ser que no haya podido contenerme, porque no podía parar, no podía. abría la boca y el infierno se me caía de la lengua y el dolor físico que sentía, como si en serio de adentro de mis tripas estuvieran saliendo las cosas más espantosas posibles, tan feo, tan malo todo.
doctor jeckill y mr hyde. tal cual.
tal cual.

ahora tengo un papelito donde dice que el lunes 24 voy a ir a hablar con alguien que se supone que entiende algo de cabezas podridas, alguien que me va a ayudar con balde, lavandina y trapos limpios a baldear mi cabeza, a sacar toda la basura que tengo acumulada y pegada en las paredes, que como si fuera el mr. músculo de la propaganda me va a dejar reluciente.
y no sabés el miedo que tengo. y la angustia. y hasta la vergüenza, porque claro, recurrir a que alguien te ayude a resolver algo es aceptar que vos no podés hacerlo por vos misma. y eso en mi casa siempre fue un espanto. porque imaginate, "donde está la autosuficiencia y todo eso; y encima contar intimidades, explicar pesadillas, mostrar todas tus miserias. no, no, no. eso no se hace nena, para qué. para que te digan que la culpa es de los padres? para qué?"
pero es tanto el miedo que tengo a que esto se vuelva a repetir. se sintió tan feo, tan malo, tan de película de terror. ganas de salir corriendo de mi persona, escaparme de mí, alejarme y decir qué bicho horrible, pisalo, pisalo como la cucaracha fea que es.

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