lunes, 24 de septiembre de 2007

ya ya ya

qué te puedo decir.
yo creo que lo apabullé hablando, es que seguro, yo necesitaba mucho esto de abrir la boca y que se me cayeran las miserias. no sé, pero de golpe me encontré explicando y diciendo cosas, cantidades de cosas, pilas de cosas, muy rápido y casi sin respirar, acelerada como siempre, ruidosa como nunca, con una mano dibujando la silueta de un perro orejón en la madera de su escritorio, con la otra mano helada y escondida entre mis piernas, deliberadamente cruzadas para que no cabalgaran el pasito de los nervios.
y ojo, que en realidad todo lo que dije es lo mismo que repito siempre, pero esta vez parece que encontré las orejas de alguien que sabe mirar debajo de la superficie de las letras tratando de entender. o que por lo menos no adopta una pose de consuelo ni de conmiseración ni de sobreprotección ni de "no-te-quejes-peores-cosas-hay-en-la-vida".
preguntó, preguntó y preguntó. preguntó cosas que nunca se me hubieran ocurrido preguntarME. preguntó si sabía por qué me llamaba Mariana (?), preguntó si cuando era chica soñaba que me caía (??), preguntó si me acordaba de alguna frase en particular que haya dicho el lunes cuando me broté (???). todas preguntas que básicamente quedaron sin respuesta, porque posta, no sé quién eligió mi nombre ni por qué; no me acuerdo lo que soñé anoche, menos me voy a acordar lo que soñaba de chica y porque cuando me enojo (aunque no llegue a la bronca semejante del lunes) te insulto y te puteo, pero después ya está, ya se me pasó la locura, ya no me acuerdo de lo que dije.
en una ficha Nº5 anotó y anotó y anotó. llenó una carilla y se ve que esa es la medida del tiempo, porque cuando dio vuelta la ficha, me dio dos o tres conclusiones y me fletó. cruzamos calendarios y horarios y finalmente llegamos a un acuerdo momentáneo: el martes a la mañana.
según él es fácil, es una cuestión de límites y ya.
yo, qué querés que te diga, tengo mis dudas... yo tengo la sensación de que en cuanto lije un poquito la primera capa de pintura se va a encontrar con algo mohoso y escondido, con problemas estructurales serios.
pero no nos adelantemos.
a lo mejor yo creo que hay que demoler la casa y resulta que solamente hay que poner rasquetear, lavar con lavandina, pintar bien, ventilar, limpiar y ordenar los muebles. ponele que haya que renovar las cortinas y cambiar el tapizado a algún mueble, pero nada más.
el martes te cuento.
ahora me voy a cocinar.

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