¿Cuantas veces te puedes enamorar en la vida? Dos, una... mil veces.
El primer amor nunca se olvida ¿esto es un refrán o una suposición? o simplemente algo que se dice como coletilla de alguna conversación.
Hay gente muy enamoradiza pero ¿de qué? o ¿de quién?
¿Se puede medir la intensidad, la pasión o el cariño?
El amor es lo que muchas veces nosotros queramos que sea, dependiendo de las etapas en las que nos encontremos podemos dejarnos llevar por el amor, en otras podemos ser los protagonistas de cada momento que vivamos o incluso nos podemos dejar exclavizar por él.
Es de esos sentimientos mágicos que todos deberíamos manifestar, sentir y padecer, el estado transitorio de locura e incosnciencia, estar subidos en una nube y creer que llegamos allí en una escalera mecánica.
Arrepentida estaría toda la vida de no sentirlo, la sonrisa perenne que ilumina tu cara no tiene precio. Todo lo que supone estar en este estado cuando se siente de verdad es maravilloso y a la par uno de los peores padecimientos, por que no hay nada peor en la vida que sufrir mal de amores.
El sentido agudizado de la posesión se convierte en nuestra cruz, ni que el viento te toque quiero, así se manifiesta la delimitación de los mismos, cuando en realidad no somos dueños de nadie, pero que dificil resulta a veces de entender que no firmamos la propiedad ni posesión ante notario como un bien inmueble cuando nos enamoramos de alguien.
La pasión es la que nos hace proclamar como propio lo que no tiene dueño, que es el amor
keka
despegamos
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