será porque no me sale hacerme la mala y porque yo la pasaba pésimo en esas situaciones cuando estaba del otro lado (como alumna), que detesto con bronca llena de erres las evaluaciones y mucho más cuando son escritas.
hay que tratar de tener 18 ojos y 15 oídos para que nada se escape. decir con cara seria y sin reírse "la nota la divido entre los dos?", o "el trabajo es individual fernandez" o "no hace falta conversar para pensar". todas boludeces llenas de vacío que no asustan a nadie y que tengo que decir rapidito para no largar la carcajada por verme a mí misma transfigurada en mi profe de matemática de 2º año en la secundaria.
y mientras escribo en mi libreta esta tontera sin mover la cabeza, me quedo quietita apoyando el hombro contra el pizarrón y asomo la mirada por encima de los anteojos. y los veo. esos de ahí super-concentrados, aquellos de allá serios y hasta te diría que con dolor de panza, fernandez despatarrado en la silla intentando no dormirse y con la hoja todavía en blanco, esas nenas tratando de leer en las telarañas de los rincones o en el ventilador de techo la respuesta que les ayude a salvar el trimestre.
3 comentarios:
Sí, una dijo: "cuando sea madre (o lo que corresponda) NUNCA voy a decir eso", y se encuentra repitiéndolo :-). Debe ser que no encontramos otra manera. Saludos.
Tamaño estrés te gastarás con ese ritmo. Tal vez si probaras realizando dos copias de la misma prueba pero con las preguntas en distinto orden, tal vez lograrías un descanso.
Lo que es yo, jamás pude copiar en una prueba, y no por temor sino por las variadas y esquizoides tretas de mis profesores.
En fin, un abrazo grande, y gracias por visitarme de vez en cuando.
Br.
la descripción de los chicos en el aula mortal, me hiciste acordar a mis tiempos escolares.
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