bueno no todo, una parte. otra parte avanza sin ninguna pausa y con una velocidad increíble. de otra manera no me puedo explicar cómo es que ya pasaron 11 años desde aquella tarde fría y lluviosa en la que llegó a mi vida.
y así fue como se fue una tarde de domingo con un cumpleaños en la pileta y cantidad de gente (bah, gente...) pidiendo a los gritos más panchos con mosta-y-mayo o con mayo-y-quechu y quiero chicitos y dame más coca y te salieron buenísimos los alfajores y la pucca maravillosa de la madrina y mordiscón-mordiscón y la nariz llena de dulce de leche y chauchau, vuelvan pronto.
3 comentarios:
Ja, ja... muy lindo. Mejor no pensar en el tiempo y disfrutar mientras dispongamos de él.
Felicitaciones, tenés una belleza!
Qué grande está ya, por favor!
y relinda!
Qué rápido crecen, caray...
Un bessito!
Feliz cumple!
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