domingo, 9 de septiembre de 2007

agua que corre

todo sigue transcurriendo con la velocidad de un caracol sin apuro.
bueno no todo, una parte. otra parte avanza sin ninguna pausa y con una velocidad increíble. de otra manera no me puedo explicar cómo es que ya pasaron 11 años desde aquella tarde fría y lluviosa en la que llegó a mi vida.
y así fue como se fue una tarde de domingo con un cumpleaños en la pileta y cantidad de gente (bah, gente...) pidiendo a los gritos más panchos con mosta-y-mayo o con mayo-y-quechu y quiero chicitos y dame más coca y te salieron buenísimos los alfajores y la pucca maravillosa de la madrina y mordiscón-mordiscón y la nariz llena de dulce de leche y chauchau, vuelvan pronto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja, ja... muy lindo. Mejor no pensar en el tiempo y disfrutar mientras dispongamos de él.
Felicitaciones, tenés una belleza!

Azul... dijo...

Qué grande está ya, por favor!

y relinda!

Qué rápido crecen, caray...

Un bessito!

Alfonsina dijo...

Feliz cumple!