jueves, 29 de marzo de 2007

ayer

yo le creo, sí, claro que le creo lo de la depre. pero qué querés que te diga, le creo hasta ahí nomás. es que a estos así todo cancheros y seguros, que no sólo se creen sino que se saben seductores les tengo la misma confianza que a un cocodrilo.
no, claro, ya sé que vos hace 20 años que lo conocés, pero bueno, una es observadora y a esta altura pocos son los que me sorprenden. mirá, esos gestos y esos tonos, esas miradas acuosas mientras habla de la soledad y del peso de ser siempre un buen tipo, esa manera de acercarse y de mirarte la boca mientras hablás, esos comentarios siseantes que te dejan a dos centímetros de la última baldosa que pisaste. todo eso? está fríamente estudiado y calculado.
ah, no me crees? y por qué crees que se forjó esa leyenda alrededor? vamos, un fondo de verdad hay. pero sí, despertate, son años de ser un predador camuflado, de jugar al desposeído o al necesitado, de estar al acecho.
si todavía me acuerdo del día que le dije (medio en joda y medio en serio) "vos sos un vivo bárbaro, no? ponés carita de corazón roto y te confesás triste, pero no hacés nada para arreglarlo. y no lo hacés, porque sigue habiendo quién se disponga a darte consuelo" y sabés qué? me miró con esa mirada larga que hace él, peso un poco mis palabras y murmuró "touché"

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