viernes, 30 de marzo de 2007

Sincerándonos,

funcionamos mejor a la distancia. Cuando nos extrañamos, nos servimos de mutua inspiración y cada uno puede poner en palabras la intensidad y magnitud de su desgarro. Con el imaginario como único puente posible, luego es fácil desfigurar hasta la última gota de llovizna compartida. Sé bien que no todo fue tan perfecto ni tan mágico, pero el silencio sobre ciertas partes del pasado dignifica determinados hechos y, en ocasiones, se toma la licencia de reescribirlos.

Blue

::Retazos de mi mente::

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