toda paciencia tiene un límite
y la mía oscilaba el abismo desde hace tiempo.
pero ya tracé una línea con tiza en el piso y dije:
acá, de este lado me quedo yo
y ahí, del lado de allá,
se queda toda la mierda,
se queda toda la bronca,
se queda todo el fastidio,
se queda toda la angustia,
se queda toda la frustración,
se queda todo lo que me roba los colores,
se queda todo lo que me arruga el entrecejo,
se queda todo lo que me deja despierta hasta las tres de la mañana,
se queda todo lo que me ata a existencia hueca, irrelevante, gastada.
1 comentario:
Qué pasa, profe?
No se ponga mal que la vida es corta.
Besote
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