el ojo en mi dedo

cuando ando así de trastornada como anduve hoy (ayer en realidad, ya son las 2:36 AM) todo el día por causas más bien meterológicas (de esas que uno sabe que terminan haciendo ruido y mojando un poco pero nada más), se me da por ordenar la biblioteca y el escritorio (hoy no) o por acomodar y clasificar por textura y color toda mi ropa en los estantes (hoy no) o por escribir mails larguísimos y agotar con sms a gente que hace décadas no veo (hoy no) o por hacerme rodajas gigantes de pan con manteca y dulce de leche para merendar (por suerte hoy no) o por buscar por toda la web un template lindo y nuevo para el blog (hoy lo intenté pero no encontré ni uno).

cuando todo eso falla, releo de manera salteada posts viejos y me río, reflexiono, me descubro, pienso mucho, me sorprendo, sonrío pero apenas, me enojo y concluyo: a este blog le falta un pedazo. y ese pedazo que le falta es lo que se le separó como si fuera un miembro aparte pero que finalmente no es más que otra forma de ver y contar lo mismo.

"el dedo que hace clic no usa anteojos"

esa era la descripción de un blog que sin ser fotolog publicaba fotos cada tanto. en el 2007 tenía unas 90 entradas pero me aburrí y dejé de subir fotos. me quedé solamente con la cuenta flickr, aunque esa con el tiempo también cayó un poco en el olvido y quedó ahí boyando en la nada con apenas 115 fotitos.

entonces, cuando se me agotaba el insomnio y estaba a punto de hacerme un té, se me ocurrió una idea: revisé uno por uno esos 90 posts y me traje para acá 52 nuevos posts con lo que más me gustó. y de pasó le agregué un cajón más al blog: el ojo en mi dedo