martes, 21 de octubre de 2003

Mirá, vengo porque te recomendó una chica con la que fui a la secundaria que me dijo que vos....
(no, es muy enredado)
Buenas tardes, mi nombre es Mariana y encontré tu nombre en la cartilla de la obra social...
(no, es como que caí por descarte)
Hola, mellamoMarianaylaverdad vengoporquetengounapelota atascada acá yyanoséconquiénhablar asíquemedijemejorvamosaveraunaespecialista...
(no, es demasiado verborrágico-veloz)
La verdad es que ni sé para qué vine, si yo ya sé lo que tengo que hacer para solucionar mis problemas, lo que pasa es que me falta un cacho de pila para...
(no, si no necesitás un especialista para qué corno vas a ir?)
Mucho gusto, me llamo Mariana. Estoy re-nerviosa, no se ni para qué vine, me parece que mejor vuelvo cuando tenga más en claro lo que quiero. De todas maneras te agradezco, chau.
(no, la última vez que sacaste turno ese diálogo mental lo tuviste vos solita y te fuiste del consultorio antes que te llamaran)
Hola. Me llamo Mariana. Detesto mi vida, bueno, no todo, gran parte, quiero que me digas como hacer para borrar todo y empezar de nuevo sin equivocarme.
(no, nena, no, no se supone que sea alguien con una máquina del tiempo o con la posibilidad de hacer milagros o con un té de yuyitos que te abra la mente o con un pasaje de ida a Islandia)
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(no, es demasiado quieto, mirá si no me dice nada y pago por cuarenta minutos de silencio)


El día que encuentre una frase introductoria ideal para una consulta, voy a ir a un psicólogo/a.

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