DI NO A HALLOWEEN
Buscaba datos en el google del origen de la fiesta porque mi hija tenía que llevar material para inglés.
Me encontré con una página que forma parte de un sitio llamado "defiende tu fe".
El principio del artículo estaba bueno, mucha data, que los celtas que el día de los muertos que etc etc. Pero después se pusieron un poco exagerados diciendo cosas como esta:
Ahora que ya sabe el origen de esta "fiesta" hay que pensar : ?qué estamos realmente celebrando?. ?No será nuestra resposabilidad como padres el ofrecerles una mejor opcion? ?No tendrán alguna responsabilidad los negocios, comercios y medios de comunicación en favorecer esas actitudes? En estos dias que vienen pronto festejará usted el Halloween o la verdadera celebración cristiana de todos los Santos y de los fieles difuntos el 1 y 2 de Noviembre.
Ta bien, en parte podrán tener razón, pero no será exagerar demasiado? Porque con ese criterio entonces guarda con celebrar Navidad y Reyes porque todo tiene un sentido comercial y poco cristiano.
En fin, si querés ver verdadero comercio entonces creo que tendrías que ir a revisar esta página y dejarte de joder.
viernes, 31 de octubre de 2003
A de amor
Me ha llevado ocho meses asumirlo y asimilarlo pero hoy ya puedo decir (aunque de momento sólo para mis adentros) que A y yo seamos novios. No volveré a negarlo en público ni a poner cara de invisible cuando me preguntan si tengo novio. Puede que me lleve ocho meses más decirlo de forma natural y abierta, pero de momento estamos progresando. (...)
(por qué cuesta tanto ponerle etiquetas a las relaciones? Será por miedo a que en el mismo momento en que digamos: "esto es un noviazgo y no una salidilla" todo se vaya al traste?)
(por qué cuesta tanto ponerle etiquetas a las relaciones? Será por miedo a que en el mismo momento en que digamos: "esto es un noviazgo y no una salidilla" todo se vaya al traste?)
love games
rafapantomimo junta palabras y hace poesía para el objeto de su amor. No es muy convencional pero sí es muy común entre los varones.
jueves, 30 de octubre de 2003
De cuántas maneras se puede decir lo mismo sin ser redundante? qué palabras usar, qué imagenes evocar, qué metáforas elevar, qué jitanjáforasinventar?
triste - afligido - apenado - amurriado - melancólico - descontento - atribulado - acongojado - lágrima ambulante - dique de dolor - pena penita y pena - regocijo pesimista - desconsuelo - solo - desamparado - desvalido - abandonado - aislado - retirado - cenobita - perdido en un mar de gente - lágrima - gota marina - fluido tibio - llanto - sollozo - gordas gotas de dolor - sobsob - mares diminutos
cuántas formas existen para exorcisar demonios?
"Be yourself, no matter what they say" Sting me canta la frase justa desde la radio mientras yo sigo gastando los resortes de mi teclado en un intento estúpido de llorar unos y ceros, de acompañarme de letras, de alegrarme con palabras sonoras. Inventos que me dejan solamente con una sonrisa torcida, unos dedos cansados y unos cuantos fragmentos de espejo clavados en el alma.
triste - afligido - apenado - amurriado - melancólico - descontento - atribulado - acongojado - lágrima ambulante - dique de dolor - pena penita y pena - regocijo pesimista - desconsuelo - solo - desamparado - desvalido - abandonado - aislado - retirado - cenobita - perdido en un mar de gente - lágrima - gota marina - fluido tibio - llanto - sollozo - gordas gotas de dolor - sobsob - mares diminutos
cuántas formas existen para exorcisar demonios?
"Be yourself, no matter what they say" Sting me canta la frase justa desde la radio mientras yo sigo gastando los resortes de mi teclado en un intento estúpido de llorar unos y ceros, de acompañarme de letras, de alegrarme con palabras sonoras. Inventos que me dejan solamente con una sonrisa torcida, unos dedos cansados y unos cuantos fragmentos de espejo clavados en el alma.
miércoles, 29 de octubre de 2003
Siempre me gustó la plastilina.
Nunca logré sacar una figurita medianamente potable, salvo choricitos laaaaaaargos y caracoles tontos; supongo que porque me faltó alguien que supiera de arte para que apreciera lo que escondían atrás esas figuritas tan distintas a las que hacían mis compañeros de la escuela.
Lo que me gustaba de la plastilina era que se iba haciendo más y más blandita a medida que la movía entre mis manos. Con mi calor lograba que ese rectángulo duro y frío que estaba envuelto en el celofán se acomodara a la forma de mis dedos. Paciencia y manos en movimiento, era lo único que hacía falta. Las plastilinas más berretas te dejaban el color pegado a la mano y un olor a frío y plástico y humedad escondido abajo de las uñas.
Me gustaba hacer bolitas y aplastarlas con fuerza, mirar después esos círculos y descubrir mis huelas dactilares metidas ahí adento como si fueran laberintos para alfileres. Trataba de calcular el diámetro exacto de la bolita para que todo mi dedo entrara, para que todo mi dedo quedara impreso. A veces aplastaba las bolitas entre dos dedos y cerrando los ojos la dejaba caer a la mesa, entonces llevaba mi ojo lo más cerca de la superficie para identificar a qué dedo correspondía esa huella que estaba ahí, era el índice izquierdo o el anular derecho?
Me gustaba armar cilindros y apretarlos fuertefuertefuerte para que la plastilina tomara la forma del interior de mi puño, sentir que la masa se metía en los huecos entre mis dedos, que dibujaba una copia perfecta de mi bronca encerrada en manos de nena que escha discutir poniendo cara de aquinopasanadaseñoreslavidaesasinormaleigualentodaslascasas.
Me gustaba armar todas las pavadas que nos proponía la maestra idiota de cuarto grado (hoy directora de la escuela de mi hija), combinar los colores, pegarle rayitos finiiiitos al sol, recortar con la tijerita la plastilina verde, haciendo flequitos que simularan el pasto, modelar a mi mamá, modelar a mi papá, modelarme a mí.
Pero lo que más más me gustaba de trabajar con plastilina en la escuela era desarmar en casa esos trabajos espantosos. Juntar todos y cada uno de los pedacitos de plastilina y mezclarlos en una sola bola. Al principio se veían vetas de los colores: acá hay un poco de verde, esto que se ve es el rojo que usé para el vestido, mirá ese azul es el que usé para el pantalón de papá. Y de a poco la masa iba haciéndose única, todo tomaba un color marrón espantoso y uniforme, pero no importaba por donde cortaras la plastilina, todo estaba amalgamado, siendo una única cosa. Muchas veces tuve ganas de llevarle esa bola a mi mamá o a la maestra para mostrársela y decirle: ves, esto tendría que ser la imagen de mi familia, así es como me gustaría representarlos a todos, a vos má, a vos pá, a los tíos, a los abuelos, a los otros abuelos que nunca pude conocer porque se murieron antes, a los primos, al hermano que siempre pedí y nunca llegó, y a mí; sobre todo a mí, siendo parte, sabiendo que mis colores y mi masa está ahí adentro.
Pero claro, uno en cuarto grado no tiene mucha idea de cómo decir las cosas. A veces no tiene ni idea cómo decirlas a los 34...
Nunca logré sacar una figurita medianamente potable, salvo choricitos laaaaaaargos y caracoles tontos; supongo que porque me faltó alguien que supiera de arte para que apreciera lo que escondían atrás esas figuritas tan distintas a las que hacían mis compañeros de la escuela.
Lo que me gustaba de la plastilina era que se iba haciendo más y más blandita a medida que la movía entre mis manos. Con mi calor lograba que ese rectángulo duro y frío que estaba envuelto en el celofán se acomodara a la forma de mis dedos. Paciencia y manos en movimiento, era lo único que hacía falta. Las plastilinas más berretas te dejaban el color pegado a la mano y un olor a frío y plástico y humedad escondido abajo de las uñas.
Me gustaba hacer bolitas y aplastarlas con fuerza, mirar después esos círculos y descubrir mis huelas dactilares metidas ahí adento como si fueran laberintos para alfileres. Trataba de calcular el diámetro exacto de la bolita para que todo mi dedo entrara, para que todo mi dedo quedara impreso. A veces aplastaba las bolitas entre dos dedos y cerrando los ojos la dejaba caer a la mesa, entonces llevaba mi ojo lo más cerca de la superficie para identificar a qué dedo correspondía esa huella que estaba ahí, era el índice izquierdo o el anular derecho?
Me gustaba armar cilindros y apretarlos fuertefuertefuerte para que la plastilina tomara la forma del interior de mi puño, sentir que la masa se metía en los huecos entre mis dedos, que dibujaba una copia perfecta de mi bronca encerrada en manos de nena que escha discutir poniendo cara de aquinopasanadaseñoreslavidaesasinormaleigualentodaslascasas.
Me gustaba armar todas las pavadas que nos proponía la maestra idiota de cuarto grado (hoy directora de la escuela de mi hija), combinar los colores, pegarle rayitos finiiiitos al sol, recortar con la tijerita la plastilina verde, haciendo flequitos que simularan el pasto, modelar a mi mamá, modelar a mi papá, modelarme a mí.
Pero lo que más más me gustaba de trabajar con plastilina en la escuela era desarmar en casa esos trabajos espantosos. Juntar todos y cada uno de los pedacitos de plastilina y mezclarlos en una sola bola. Al principio se veían vetas de los colores: acá hay un poco de verde, esto que se ve es el rojo que usé para el vestido, mirá ese azul es el que usé para el pantalón de papá. Y de a poco la masa iba haciéndose única, todo tomaba un color marrón espantoso y uniforme, pero no importaba por donde cortaras la plastilina, todo estaba amalgamado, siendo una única cosa. Muchas veces tuve ganas de llevarle esa bola a mi mamá o a la maestra para mostrársela y decirle: ves, esto tendría que ser la imagen de mi familia, así es como me gustaría representarlos a todos, a vos má, a vos pá, a los tíos, a los abuelos, a los otros abuelos que nunca pude conocer porque se murieron antes, a los primos, al hermano que siempre pedí y nunca llegó, y a mí; sobre todo a mí, siendo parte, sabiendo que mis colores y mi masa está ahí adentro.
Pero claro, uno en cuarto grado no tiene mucha idea de cómo decir las cosas. A veces no tiene ni idea cómo decirlas a los 34...
lunes, 27 de octubre de 2003
sábado, 25 de octubre de 2003
Un pequeño suspiro del viento le trajo la presencia de Gustavo antes que el ojo rojo de su infaltable Camel llegara a su lado.
El mar rumoreaba amores cetáceos y algas podridas, pero solamente se alcanzaba a ver la espuma fosforecente rugiendo bajo el acantilado.
Marisa apretó con fuerza el chal de lana y el olor de la leña quemada en el fogón junto a sus compañeros de curso la asqueó de furia. Sentía las mejillas ardiendo por culpa del sol de la tarde, por culpa de esa caminata llena de palabras, por culpa de la presencia silenciosa de Gustavo que fumaba con minuciosa lentitud.
Ella no necesitó mirarlo para adivinar su expresión sombría. Los ojos negros de noche, la barba pidiéndole, rogándole que hundiera allí su nariz, la boca convertida en una puñalada, toda su estatura desplegada frente a ese océano que los había unido tres meses atrás y que ahora se reía sin piedad y sin retorno.
Gustavo terminó de fumar y pisó con rabia la colilla, tratando de apagar cualquier rastro de fuego. Después guardó las manos en los bolsillos del anorak para evitar el frío del viento, para evitar hundirlas en el pelo enmadejado de Marisa, para evitar la tentación de ese abrazo que no podía ser.
Él no necesitó mirarla para comprender la ausencia de lágrimas. Sus ojos tristes, su boca pidiéndole, rogándole que la buceara, su piel encendida de sol, sus brazos envolviendo la lana a su cuerpo como queriendo aislarse de esa noche que marcaba el final de lo que no había comenzado.
Una voz del grupo los llamó a los gritos desde el fogón. "Venís?", preguntó él sin moverse. "Enseguida", dijo ella muy quieta. Y una gaviota desvelada voló sobre sus cabezas, dejando caer la carcajada del mar.
El mar rumoreaba amores cetáceos y algas podridas, pero solamente se alcanzaba a ver la espuma fosforecente rugiendo bajo el acantilado.
Marisa apretó con fuerza el chal de lana y el olor de la leña quemada en el fogón junto a sus compañeros de curso la asqueó de furia. Sentía las mejillas ardiendo por culpa del sol de la tarde, por culpa de esa caminata llena de palabras, por culpa de la presencia silenciosa de Gustavo que fumaba con minuciosa lentitud.
Ella no necesitó mirarlo para adivinar su expresión sombría. Los ojos negros de noche, la barba pidiéndole, rogándole que hundiera allí su nariz, la boca convertida en una puñalada, toda su estatura desplegada frente a ese océano que los había unido tres meses atrás y que ahora se reía sin piedad y sin retorno.
Gustavo terminó de fumar y pisó con rabia la colilla, tratando de apagar cualquier rastro de fuego. Después guardó las manos en los bolsillos del anorak para evitar el frío del viento, para evitar hundirlas en el pelo enmadejado de Marisa, para evitar la tentación de ese abrazo que no podía ser.
Él no necesitó mirarla para comprender la ausencia de lágrimas. Sus ojos tristes, su boca pidiéndole, rogándole que la buceara, su piel encendida de sol, sus brazos envolviendo la lana a su cuerpo como queriendo aislarse de esa noche que marcaba el final de lo que no había comenzado.
Una voz del grupo los llamó a los gritos desde el fogón. "Venís?", preguntó él sin moverse. "Enseguida", dijo ella muy quieta. Y una gaviota desvelada voló sobre sus cabezas, dejando caer la carcajada del mar.
viernes, 24 de octubre de 2003
Hoy en el blog de Horacio me encontré con una historia fechada en 1993. Habla de un profe de música , de una fiesta de fin de año y de una banda de alumnos tocando canciones llenas de bronca, rabia y violencia. Me quedo con una frase que sigue siendo aplicable (aunque bastante más espesa) 10 años más tarde: La rabia de una edad en la que no podemos comprender a nadie, ni a nosotros mismos.
Todos los que trabajamos con adolescentes sentimos de una u otra forma esa rabia que llevan los pibes impregnada en la piel. Claro que la mayoría tiene miedo y no se anima, como hiciste vos Horacio, a sentarse y hablar. Y se escudan en que tienen miedo de la violencia física o verbal que ejercen los chicos, que se insultan, se perforan, se golpean y se llevan el mundo por delante y correte vieja de mierda porque te piso.
Pero no se dan cuenta que el miedo es otro. El miedo es haber estado ahí donde están los chicos ahora, haberse prometido cambiar un poco esta podredumbre y no haber conseguido nada, o peor: no haber intentado nada. El miedo a mirar su propio pasado y descubrir que en aquel tiempo eran íntegros, tenían proyectos y estaban asqueados del tiempo que les tocaba vivir.
Como ese que quiso ser ingeniero en construcciones y diseñar puentes, pero que ahora está dando clases de dibujo técnico y de física de los materiales en el industrial. Como esa que quiso ser bioquímica y estudió biología molecular como un posgrado con posibilidades de investigación antes de casarse y ahora está dando química y educación para la salud en el nacional. Como ese que quiso ser ingeniero industrial y soñaba con trabajar para Unilever y terminó dando tecnología y organización industrial en el comercial. Y como tantos y tantos que dejaron de ser lo que querían ser y entraron a un terciario rapidito porque maestros nunca faltan. Los mismos que un día dejaron de ir a las reuniones de ex-alumnos porque la cara no le daba para presentarse adelante de sus compañeros de la secundaria y mostrarles que se había convertido en un parásito más del sistema que tanto habían destrozado. Y aunque siempre hay gente rescatable, no todos, no TODOS, son como Horacio: capaces de sentarse a hablar con seriedad para negociar las reglas de juego. No, no, no. Es más simple y sencillo quejarse boca suelta, llenar de culpas a los padres o al estado o a la sociedad.
Mientras tanto los chicos están ahí. Masticando cactus por no tener un espejo para mirarse en el futuro, por encontrarse con las puertas cerradas aún antes de que ellos lleguen al picaporte, por el veneno de saber, saber casi con certeza que no van a poder cambiar al mundo, no van a poder adaptarlo a sus gustos sino que ellos tendrán que ser los que se adapten, por encontrarse con padres que quieren jugar a seguir siendo siempre jóvenes (como si por usar la misma ropa o usar el mismo slang pudieran recuperar una parte de ese himen espiritual enterito que tenían hace 10/15/20 años atrás). Y si mastican cactus no les queda otra que escupir espinas.
Es muchísimo más fácil mostrar las espinas que escupen los pibes que encontrar las flores que traen escondidas. Es muchísimo más fácil sonreír cínicamente y decir entre dientes: "dejalos, ya van a crecer como crecimos todos..."
Todos los que trabajamos con adolescentes sentimos de una u otra forma esa rabia que llevan los pibes impregnada en la piel. Claro que la mayoría tiene miedo y no se anima, como hiciste vos Horacio, a sentarse y hablar. Y se escudan en que tienen miedo de la violencia física o verbal que ejercen los chicos, que se insultan, se perforan, se golpean y se llevan el mundo por delante y correte vieja de mierda porque te piso.
Pero no se dan cuenta que el miedo es otro. El miedo es haber estado ahí donde están los chicos ahora, haberse prometido cambiar un poco esta podredumbre y no haber conseguido nada, o peor: no haber intentado nada. El miedo a mirar su propio pasado y descubrir que en aquel tiempo eran íntegros, tenían proyectos y estaban asqueados del tiempo que les tocaba vivir.
Como ese que quiso ser ingeniero en construcciones y diseñar puentes, pero que ahora está dando clases de dibujo técnico y de física de los materiales en el industrial. Como esa que quiso ser bioquímica y estudió biología molecular como un posgrado con posibilidades de investigación antes de casarse y ahora está dando química y educación para la salud en el nacional. Como ese que quiso ser ingeniero industrial y soñaba con trabajar para Unilever y terminó dando tecnología y organización industrial en el comercial. Y como tantos y tantos que dejaron de ser lo que querían ser y entraron a un terciario rapidito porque maestros nunca faltan. Los mismos que un día dejaron de ir a las reuniones de ex-alumnos porque la cara no le daba para presentarse adelante de sus compañeros de la secundaria y mostrarles que se había convertido en un parásito más del sistema que tanto habían destrozado. Y aunque siempre hay gente rescatable, no todos, no TODOS, son como Horacio: capaces de sentarse a hablar con seriedad para negociar las reglas de juego. No, no, no. Es más simple y sencillo quejarse boca suelta, llenar de culpas a los padres o al estado o a la sociedad.
Mientras tanto los chicos están ahí. Masticando cactus por no tener un espejo para mirarse en el futuro, por encontrarse con las puertas cerradas aún antes de que ellos lleguen al picaporte, por el veneno de saber, saber casi con certeza que no van a poder cambiar al mundo, no van a poder adaptarlo a sus gustos sino que ellos tendrán que ser los que se adapten, por encontrarse con padres que quieren jugar a seguir siendo siempre jóvenes (como si por usar la misma ropa o usar el mismo slang pudieran recuperar una parte de ese himen espiritual enterito que tenían hace 10/15/20 años atrás). Y si mastican cactus no les queda otra que escupir espinas.
Es muchísimo más fácil mostrar las espinas que escupen los pibes que encontrar las flores que traen escondidas. Es muchísimo más fácil sonreír cínicamente y decir entre dientes: "dejalos, ya van a crecer como crecimos todos..."
miércoles, 22 de octubre de 2003
es largo y es un delirio sin pies ni cabeza, si no lo leen no se pierden de nada
Con paciencia y mucha práctica estoy rozando los dos minutos de apnea. La flotabilidad la estoy superando gracias a un cinturón de plomo. Pero el sábado por alguna razón mi cabeza se negó a colaborar y aunque tenía tiempo y aire de sobra, mi diafragma no dejaba de molestarme y de hacerme salir a la superficie sin completar el ejercicio.
El instructor me miraba con cara de pocos amigos y me decía: vamos Marianita, si en apnea estática vos podés, no puede ser que no lo consigas, dale Marianita, si el miércoles pasado pudiste cómo ahora no, mové Marianita, si no necesitás más de cuarenta segundos, a ver Marianita, ventilá bien los pulmones y andá otra vez. Dos horas que tendrían que haber sido de absoluto placer fueron dos horas de bronca, vidrio molido y una puteada inmensa amasada bajo presión.
Al final completé el ejercicio y pude hacer varias cosas más, como sentarme como un chino en el fondo de la pileta y mirar a mis compas de curso moverse como si fueran leoncitos de mar, sacarme sin permiso la gorra de baño y sentir como mi pelo se enredaba movido por el agua, encontrar un agujero en el techo que hace que un rayito de luz se meta en la pileta y haga reflejos azulesyblancos en los azulejos.
En ese momento lo que más me jodía era que no encontraba la conexión neuronal que me permitiera concentrarme. Pero después me dí cuenta de algo: estaba poniendo demasiado esfuerzo en hacer la cosas "bien" y me olvidaba de disfrutar, de jugar, de darme permiso para meter la pata y salir antes con la luneta llena de agua. Cuando me pude despegar del instructor y de sus constantes dale Marianita fue cuando mejor me sentí.
Es al gas, la mejor manera de funcionar es cuando consigo despegarme de mi cabeza. Pero cómo despegarme de esta racionalidad que a veces me es tan útil y otras parece que me torturara con agujas heladas.
Tu problema es que pensás demasiado. Eso me lo dijo alguien en Tandil hace mucho tiempo. Y tenía razón, porque aunque yo me jacto de ser puro impulso, pura pasión, puro movimiento, en realidad soy un cerebrito ambulante. En todo. En TODO. Y detesto ser así, pero me ahoga el intento de deshacerme de mi cabeza. Si la pudiera poner en un frasco, yo saldría muy feliz a la calle sin sombrero, pero no puedo evitarlo.
Vos pensaste alguna vez cómo pensas? Me preguntó un día una profe de filosofía. Yo me largué a hablar de redes neuronales y sinapsis y neurotransmisores y aceleradores y supresores y bandas de mielina y qué se yo cuántas cosas más. Y ella muy campante me dijo: no, no, yo pregunto si vos te detuviste a pensar en cómo VOS pensás Esa pregunta me persigue desde entonces y aunque tengo algunas conclusiones, no son definitivas. Creo que pienso en palabras y en imágenes, pero antes de las imágenes aparecen las palabras. Palabras escritas, con distinta tipografía, con distintos tamañaos, con la letra de mi maestra de primero, con la letra de Zulma la profe de física, con colores chillones en fondo negro. Pero el problema es que tanto pensar hace que mi cabeza se olvide de que tiene un cuerpo que manejar. Y por qué hablo de mi cerebro como si fuera una cosa ajena a mi persona? No sé, pero a veces lo siento de esa manera; como si me mirara desde sus circunvoluciones y dijera mirá que habiendo tanta gente en el mundo, en qué caja craneana vengo a caer.
Hoy es miércoles y tengo pileta. A los chicos los mando a la casa de la abuela. Alguno me podría cuidar mi cerebrito por un par de horas?
Con paciencia y mucha práctica estoy rozando los dos minutos de apnea. La flotabilidad la estoy superando gracias a un cinturón de plomo. Pero el sábado por alguna razón mi cabeza se negó a colaborar y aunque tenía tiempo y aire de sobra, mi diafragma no dejaba de molestarme y de hacerme salir a la superficie sin completar el ejercicio.
El instructor me miraba con cara de pocos amigos y me decía: vamos Marianita, si en apnea estática vos podés, no puede ser que no lo consigas, dale Marianita, si el miércoles pasado pudiste cómo ahora no, mové Marianita, si no necesitás más de cuarenta segundos, a ver Marianita, ventilá bien los pulmones y andá otra vez. Dos horas que tendrían que haber sido de absoluto placer fueron dos horas de bronca, vidrio molido y una puteada inmensa amasada bajo presión.
Al final completé el ejercicio y pude hacer varias cosas más, como sentarme como un chino en el fondo de la pileta y mirar a mis compas de curso moverse como si fueran leoncitos de mar, sacarme sin permiso la gorra de baño y sentir como mi pelo se enredaba movido por el agua, encontrar un agujero en el techo que hace que un rayito de luz se meta en la pileta y haga reflejos azulesyblancos en los azulejos.
En ese momento lo que más me jodía era que no encontraba la conexión neuronal que me permitiera concentrarme. Pero después me dí cuenta de algo: estaba poniendo demasiado esfuerzo en hacer la cosas "bien" y me olvidaba de disfrutar, de jugar, de darme permiso para meter la pata y salir antes con la luneta llena de agua. Cuando me pude despegar del instructor y de sus constantes dale Marianita fue cuando mejor me sentí.
Es al gas, la mejor manera de funcionar es cuando consigo despegarme de mi cabeza. Pero cómo despegarme de esta racionalidad que a veces me es tan útil y otras parece que me torturara con agujas heladas.
Tu problema es que pensás demasiado. Eso me lo dijo alguien en Tandil hace mucho tiempo. Y tenía razón, porque aunque yo me jacto de ser puro impulso, pura pasión, puro movimiento, en realidad soy un cerebrito ambulante. En todo. En TODO. Y detesto ser así, pero me ahoga el intento de deshacerme de mi cabeza. Si la pudiera poner en un frasco, yo saldría muy feliz a la calle sin sombrero, pero no puedo evitarlo.
Vos pensaste alguna vez cómo pensas? Me preguntó un día una profe de filosofía. Yo me largué a hablar de redes neuronales y sinapsis y neurotransmisores y aceleradores y supresores y bandas de mielina y qué se yo cuántas cosas más. Y ella muy campante me dijo: no, no, yo pregunto si vos te detuviste a pensar en cómo VOS pensás Esa pregunta me persigue desde entonces y aunque tengo algunas conclusiones, no son definitivas. Creo que pienso en palabras y en imágenes, pero antes de las imágenes aparecen las palabras. Palabras escritas, con distinta tipografía, con distintos tamañaos, con la letra de mi maestra de primero, con la letra de Zulma la profe de física, con colores chillones en fondo negro. Pero el problema es que tanto pensar hace que mi cabeza se olvide de que tiene un cuerpo que manejar. Y por qué hablo de mi cerebro como si fuera una cosa ajena a mi persona? No sé, pero a veces lo siento de esa manera; como si me mirara desde sus circunvoluciones y dijera mirá que habiendo tanta gente en el mundo, en qué caja craneana vengo a caer.
Hoy es miércoles y tengo pileta. A los chicos los mando a la casa de la abuela. Alguno me podría cuidar mi cerebrito por un par de horas?
martes, 21 de octubre de 2003
El tipo más imbécil de mi vida
María José nos cuenta como en un microsegundo una pregunta puede dar al traste una relación.
Mirá, vengo porque te recomendó una chica con la que fui a la secundaria que me dijo que vos....
(no, es muy enredado)
Buenas tardes, mi nombre es Mariana y encontré tu nombre en la cartilla de la obra social...
(no, es como que caí por descarte)
Hola, mellamoMarianaylaverdad vengoporquetengounapelota atascada acá yyanoséconquiénhablar asíquemedijemejorvamosaveraunaespecialista...
(no, es demasiado verborrágico-veloz)
La verdad es que ni sé para qué vine, si yo ya sé lo que tengo que hacer para solucionar mis problemas, lo que pasa es que me falta un cacho de pila para...
(no, si no necesitás un especialista para qué corno vas a ir?)
Mucho gusto, me llamo Mariana. Estoy re-nerviosa, no se ni para qué vine, me parece que mejor vuelvo cuando tenga más en claro lo que quiero. De todas maneras te agradezco, chau.
(no, la última vez que sacaste turno ese diálogo mental lo tuviste vos solita y te fuiste del consultorio antes que te llamaran)
Hola. Me llamo Mariana. Detesto mi vida, bueno, no todo, gran parte, quiero que me digas como hacer para borrar todo y empezar de nuevo sin equivocarme.
(no, nena, no, no se supone que sea alguien con una máquina del tiempo o con la posibilidad de hacer milagros o con un té de yuyitos que te abra la mente o con un pasaje de ida a Islandia)
.............................................
(no, es demasiado quieto, mirá si no me dice nada y pago por cuarenta minutos de silencio)
El día que encuentre una frase introductoria ideal para una consulta, voy a ir a un psicólogo/a.
(no, es muy enredado)
Buenas tardes, mi nombre es Mariana y encontré tu nombre en la cartilla de la obra social...
(no, es como que caí por descarte)
Hola, mellamoMarianaylaverdad vengoporquetengounapelota atascada acá yyanoséconquiénhablar asíquemedijemejorvamosaveraunaespecialista...
(no, es demasiado verborrágico-veloz)
La verdad es que ni sé para qué vine, si yo ya sé lo que tengo que hacer para solucionar mis problemas, lo que pasa es que me falta un cacho de pila para...
(no, si no necesitás un especialista para qué corno vas a ir?)
Mucho gusto, me llamo Mariana. Estoy re-nerviosa, no se ni para qué vine, me parece que mejor vuelvo cuando tenga más en claro lo que quiero. De todas maneras te agradezco, chau.
(no, la última vez que sacaste turno ese diálogo mental lo tuviste vos solita y te fuiste del consultorio antes que te llamaran)
Hola. Me llamo Mariana. Detesto mi vida, bueno, no todo, gran parte, quiero que me digas como hacer para borrar todo y empezar de nuevo sin equivocarme.
(no, nena, no, no se supone que sea alguien con una máquina del tiempo o con la posibilidad de hacer milagros o con un té de yuyitos que te abra la mente o con un pasaje de ida a Islandia)
.............................................
(no, es demasiado quieto, mirá si no me dice nada y pago por cuarenta minutos de silencio)
El día que encuentre una frase introductoria ideal para una consulta, voy a ir a un psicólogo/a.
lunes, 20 de octubre de 2003
mi cabeza hoy está colgada de una telaraña del techo.
me veo caminar por la casa, limpiar, cocinar, abrir archivos en la computadora, preparar un trabajo práctico, modificar un proyecto de compensación, levantarme, peinarme frente al espejo con ojos huecos.
desde acá arriba de la telaraña se siente el mundo como algodonoso, como si mi cuerpo se moviera en gelatina espesa.
la punta de mis dedos se mueve en la teclas, pero se sienten dedos largos, enormes, lejísimo de mi cerebro.
fragmentos quebrados, el diafragma se contrae y salgo toda boca pidiendo aire.
si entrecierro los ojos y enfoco la mirada puedo ver mis pestañas, negras, gruesas, duras, como barrotes.
mi cabeza es mi jaula.
quién será el que me deja el alpiste todas las mañanas?
me veo caminar por la casa, limpiar, cocinar, abrir archivos en la computadora, preparar un trabajo práctico, modificar un proyecto de compensación, levantarme, peinarme frente al espejo con ojos huecos.
desde acá arriba de la telaraña se siente el mundo como algodonoso, como si mi cuerpo se moviera en gelatina espesa.
la punta de mis dedos se mueve en la teclas, pero se sienten dedos largos, enormes, lejísimo de mi cerebro.
fragmentos quebrados, el diafragma se contrae y salgo toda boca pidiendo aire.
si entrecierro los ojos y enfoco la mirada puedo ver mis pestañas, negras, gruesas, duras, como barrotes.
mi cabeza es mi jaula.
quién será el que me deja el alpiste todas las mañanas?
viernes, 17 de octubre de 2003
A Ailén por fin se le están asomando los dos dientes de arriba.
Pasaron casi tres meses desde que se le cayeron. La dentista decía que era absolutamente normal, que necesitaba espacio para los paletones (parece que va a ser medio coneja) y que no hay que preocuparse.
Y la verdad que esa sonrisa con ventantita es tan divina que de saber que en poco tiempo se va a cerrar, ya la estoy extrañando. Seguro que cuando le crezcan los permanentes va ser otro pasito más que da alejándose de mi útero. Cómo puede ser que tenga siete años ya? Cuándo creció? En qué momento se estiró tanto mi fideito fino?
Pasaron casi tres meses desde que se le cayeron. La dentista decía que era absolutamente normal, que necesitaba espacio para los paletones (parece que va a ser medio coneja) y que no hay que preocuparse.
Y la verdad que esa sonrisa con ventantita es tan divina que de saber que en poco tiempo se va a cerrar, ya la estoy extrañando. Seguro que cuando le crezcan los permanentes va ser otro pasito más que da alejándose de mi útero. Cómo puede ser que tenga siete años ya? Cuándo creció? En qué momento se estiró tanto mi fideito fino?
cHiKoS.. ToMeN NoTa..!!!
Hacer feliz a una chika es bien fácil.. sólo se necesita ser...
Amigo.. Kompañero.. Amante.. Hermano.. Padre.. Maestro.. Edukador.. Kocinero.. Mekánico.. Plomero.. Dekorador de interiores.. Estilista.. Elektricista.. Sexólogo.. Gineko - obstetra.. Psikólogo.. Psikiatra.. Terapeuta.. Audaz.. Simpátiko.. Atlétiko.. Kariñoso.. Atento.. Kaballeroso.. Inteligente.. Imaginativo.. Kreativo.. Dulce.. Fuerte.. Komprensivo.. Tolerante.. Prudente.. Ambicioso.. Kapaz.. Valiente.. Decidido.. Konfiable.. Respetuoso.. Apasionado.. y sobre todo.. muy solvente..!!
Gi"
Amigo.. Kompañero.. Amante.. Hermano.. Padre.. Maestro.. Edukador.. Kocinero.. Mekánico.. Plomero.. Dekorador de interiores.. Estilista.. Elektricista.. Sexólogo.. Gineko - obstetra.. Psikólogo.. Psikiatra.. Terapeuta.. Audaz.. Simpátiko.. Atlétiko.. Kariñoso.. Atento.. Kaballeroso.. Inteligente.. Imaginativo.. Kreativo.. Dulce.. Fuerte.. Komprensivo.. Tolerante.. Prudente.. Ambicioso.. Kapaz.. Valiente.. Decidido.. Konfiable.. Respetuoso.. Apasionado.. y sobre todo.. muy solvente..!!
Gi"
Quiero saber qué pensás
n[A]rcisist ha mandado un mail a B. el día martes 14 de octubre
B, por ahi te sorprende recibir este mail... capaz que no, la verdad no se. Pero te lo mando porque tengo la necesidad de decirte esto y no tengo otra forma. Te juro que busqué todos los caminos (mejores) que éste, que me parece re impersonal y una cagada, pero bueno, a veces las cosas no son como queremos.
Voy a tratar de ser directo, creo q ya sabés por donde viene la cosa... me parece que entre nosotros pasa algo, y que nos estamos haciendo los boludos, como vos misma dijiste. Pensé q después de hablar esa vez por msn, ibamos a poder hablar personalmente, pero no... No sé si soy yo que no sé encarar el tema bien, pero me parece que no me das lugar, como que siento que te estoy rompiendo las bolas cada vez que tiro algo relacionado a esto.
Quiero saber qué pensás. Sea lo que sea, y qué es lo que te hace responder como respondés, porque la verdad no lo puedo entender, pero te aseguro que si me lo decís te voy a entender. Como te salga, si no te sale personalmente, como a mí no me sale decirte esto por lo que te dije recién, está todo bien... Si te da para hablarlo en persona mejor, pongamos un día, nos encontramos y hablamos bien. Si no querés, decimelo, pero decime las cosas de frente. Dejemos de hacernos los boludos y dar vueltas. Lo que yo pienso y siento por vos creo que ya lo tenés bastante claro, porque por la conexión que tenemos creo que no te cuesta mucho interpretarme. Sos una mina muy especial para mí, porque siento que nos entendemos, y me gustaría conocerte más, que podamos compartir más cosas... Siento que llegamos a un punto donde no podemos (por lo menos yo no puedo) seguir haciendo como si nada.
Espero tu respuesta.
Un beso
A
El día 17 de octubre tomó coraje y fue a hablar personalmente con B.
Y allí B. respondió a su pregunta.
La cosa fue así, llegué hoy a la facu y después de un saludo normal y un par de vueltas, la encaré a B y le pregunté si había leído el mail... me dijo que sí. Le dije que hablaramos y nos apartamos un toque (teníamos 5', pero fue suficiente). Resumiendo un poco, me dijo que acababa de ponerse de novia con el flaco con el q salía, y que en este momento quería vivir eso (nunca estuvo de novia, porque las relaciones no le duraron por cosas de ella, principalmente por miedo al compromiso) que era algo nuevo para ella. Aceptó una vez más que pasaba algo entre nosotros, qué había pasado, mejor dicho (aunque mi interpretación fue que no lo tenía tan claro como quería creerse), pero que en este momento no quería perder eso otro.
Y la entendí. Al principio me soprendió un poco la respuesta, pero después la entendí... y fue muy raro. La mini-charla me dejó una sensación de alivio muy grande, un alivio q necesitaba recuperar aunque el costo fuera este. Otro punto a favor fue poder hablarle algo tan directo y cara a cara. Cuando salimos seguimos hablando, rescatando los dos lo positivo que fue haber hablado.
La relación cambió, pero no para mal como yo creía q pasaría en un caso así. Al menos esta es mi primer sensación. Hay una sinceridad entre nosotros que no existía y que es muy fuerte.
No puedo sacar una conclusión/interpretación más clara de todo esto, por lo menos por ahora...
B, por ahi te sorprende recibir este mail... capaz que no, la verdad no se. Pero te lo mando porque tengo la necesidad de decirte esto y no tengo otra forma. Te juro que busqué todos los caminos (mejores) que éste, que me parece re impersonal y una cagada, pero bueno, a veces las cosas no son como queremos.
Voy a tratar de ser directo, creo q ya sabés por donde viene la cosa... me parece que entre nosotros pasa algo, y que nos estamos haciendo los boludos, como vos misma dijiste. Pensé q después de hablar esa vez por msn, ibamos a poder hablar personalmente, pero no... No sé si soy yo que no sé encarar el tema bien, pero me parece que no me das lugar, como que siento que te estoy rompiendo las bolas cada vez que tiro algo relacionado a esto.
Quiero saber qué pensás. Sea lo que sea, y qué es lo que te hace responder como respondés, porque la verdad no lo puedo entender, pero te aseguro que si me lo decís te voy a entender. Como te salga, si no te sale personalmente, como a mí no me sale decirte esto por lo que te dije recién, está todo bien... Si te da para hablarlo en persona mejor, pongamos un día, nos encontramos y hablamos bien. Si no querés, decimelo, pero decime las cosas de frente. Dejemos de hacernos los boludos y dar vueltas. Lo que yo pienso y siento por vos creo que ya lo tenés bastante claro, porque por la conexión que tenemos creo que no te cuesta mucho interpretarme. Sos una mina muy especial para mí, porque siento que nos entendemos, y me gustaría conocerte más, que podamos compartir más cosas... Siento que llegamos a un punto donde no podemos (por lo menos yo no puedo) seguir haciendo como si nada.
Espero tu respuesta.
Un beso
A
El día 17 de octubre tomó coraje y fue a hablar personalmente con B.
Y allí B. respondió a su pregunta.
La cosa fue así, llegué hoy a la facu y después de un saludo normal y un par de vueltas, la encaré a B y le pregunté si había leído el mail... me dijo que sí. Le dije que hablaramos y nos apartamos un toque (teníamos 5', pero fue suficiente). Resumiendo un poco, me dijo que acababa de ponerse de novia con el flaco con el q salía, y que en este momento quería vivir eso (nunca estuvo de novia, porque las relaciones no le duraron por cosas de ella, principalmente por miedo al compromiso) que era algo nuevo para ella. Aceptó una vez más que pasaba algo entre nosotros, qué había pasado, mejor dicho (aunque mi interpretación fue que no lo tenía tan claro como quería creerse), pero que en este momento no quería perder eso otro.
Y la entendí. Al principio me soprendió un poco la respuesta, pero después la entendí... y fue muy raro. La mini-charla me dejó una sensación de alivio muy grande, un alivio q necesitaba recuperar aunque el costo fuera este. Otro punto a favor fue poder hablarle algo tan directo y cara a cara. Cuando salimos seguimos hablando, rescatando los dos lo positivo que fue haber hablado.
La relación cambió, pero no para mal como yo creía q pasaría en un caso así. Al menos esta es mi primer sensación. Hay una sinceridad entre nosotros que no existía y que es muy fuerte.
No puedo sacar una conclusión/interpretación más clara de todo esto, por lo menos por ahora...
jueves, 16 de octubre de 2003
no quiero pelear 2
Peleas. Eso es lo que tuvimos hoy, peleas..que se agregan a la lista de boludeces q hacemos cuando factores externos nos mutilan.
No sé si soy yo, o es él, o somos ambos, pero la cuestión es que siempre está el alcohol de por medio...y mis malos tratos...
Pero todo me importa tan poco, porque lo único relevante es que lo amo con toda mi alma, y con todas mis manías y locuras y sueños...
Ayer dije que las mujeres disfrutan joderles la vida a sus hombres, pero me di cuenta que eso no me pasa a mí, porque me molesta tanto tener que recriminarle algo a él. Si no tiene la culpa de que yo sea tan insoportable...
Me duele tanto esto..se me acumulan millones de lágrimas que tratan de salir y no quiero..Al principio porque no iba a dar el brazo a torcer, y después porque era tanta la angustia que tenía que ya no querían salir..
Me sigue jodiendo mi intolerancia. Y mucho.
En fin, la cuestión es que nada, que te amo, tonto, sí, sí..
Más allá de todas nuestras diferencias, q por suerte son pocas, te amo...
No quiero irme de ningún lado, porque mi lugar es adentro tuyo, sabías??
La falta de sueño y la acumulación de cansancio hace que salga a flote la bruni loca...
Ya se va a ir a dormir y no va a molestar más...I promise...
Los dejo, ciao.
No sé si soy yo, o es él, o somos ambos, pero la cuestión es que siempre está el alcohol de por medio...y mis malos tratos...
Pero todo me importa tan poco, porque lo único relevante es que lo amo con toda mi alma, y con todas mis manías y locuras y sueños...
Ayer dije que las mujeres disfrutan joderles la vida a sus hombres, pero me di cuenta que eso no me pasa a mí, porque me molesta tanto tener que recriminarle algo a él. Si no tiene la culpa de que yo sea tan insoportable...
Me duele tanto esto..se me acumulan millones de lágrimas que tratan de salir y no quiero..Al principio porque no iba a dar el brazo a torcer, y después porque era tanta la angustia que tenía que ya no querían salir..
Me sigue jodiendo mi intolerancia. Y mucho.
En fin, la cuestión es que nada, que te amo, tonto, sí, sí..
Más allá de todas nuestras diferencias, q por suerte son pocas, te amo...
No quiero irme de ningún lado, porque mi lugar es adentro tuyo, sabías??
La falta de sueño y la acumulación de cansancio hace que salga a flote la bruni loca...
Ya se va a ir a dormir y no va a molestar más...I promise...
Los dejo, ciao.
no quiero pelear
No quiero pelear... No, no, no... Ella sabe que la amo con toda mi Alma...
Resistimos tantas cosas, y ¿pelear por esto?
Es el sueño... Estas horas de la mañana, habiendo dormido tan poco y habiendo bebido tanto... Tanto que estudiar, tanto que aguantar, tan poco tiempo...
Nena: te amo. No quiero que te vayas a ningún lado. Quiero que te quedes conmigo, que me ames como yo te amo. Porque vos sos mi mujer, la única que amo, mi nena...
Estoy acá, en el trabajo, con la cabeza donde estés, pensando en abrazarte ahora, pedirte perdón no sé por qué, dormir con vos, limpiarme todo...
Ya es hora de que vuelvas, de que estés acá, de que nos riamos de todo...
Sabés que estoy perdido si no estás conmigo...
Quiero estar en casa ahora, con vos, quizás hasta sin hablar, pero bien...
Estoy hecho un trapo, un trapo sucio, un trapo roto...
Ninguno de los dos tiene la culpa...
Es todo un palabrerío sin sentido...
Te amo, nena.
Sabélo.
Nube Pasajera
Resistimos tantas cosas, y ¿pelear por esto?
Es el sueño... Estas horas de la mañana, habiendo dormido tan poco y habiendo bebido tanto... Tanto que estudiar, tanto que aguantar, tan poco tiempo...
Nena: te amo. No quiero que te vayas a ningún lado. Quiero que te quedes conmigo, que me ames como yo te amo. Porque vos sos mi mujer, la única que amo, mi nena...
Estoy acá, en el trabajo, con la cabeza donde estés, pensando en abrazarte ahora, pedirte perdón no sé por qué, dormir con vos, limpiarme todo...
Ya es hora de que vuelvas, de que estés acá, de que nos riamos de todo...
Sabés que estoy perdido si no estás conmigo...
Quiero estar en casa ahora, con vos, quizás hasta sin hablar, pero bien...
Estoy hecho un trapo, un trapo sucio, un trapo roto...
Ninguno de los dos tiene la culpa...
Es todo un palabrerío sin sentido...
Te amo, nena.
Sabélo.
Nube Pasajera
nunca lo has pensado?
¿Nunca has pensado que tal vez algo no sea como lo crees? Hoy me dió por pensar que el amor no es más que reacciones químicas en nuestro cerebro. Parece frío pensar eso, ¿pero creo que es verdad, o no? Algo debe suceder en nuestro cerebro para que un día veas a una persona más especial que a otra. ¿Qué sucede entonces? No lo sé, lo mismo puede suceder que te guste esa chica un poco, te parezca diferente a las demás; o también te puede pasar como a mí, que lleves más de 2 años, y más de 3 sin poder quitártela de la cabeza y llegue un momento en el que solo la deseas por encima de todas tus cosas, tanto bienes materiales como espirituales y tu deseo y mayor ansia es conquistarla, hacer que todo salga bien y poder conseguirla, para tí. A mí quizás me suceda esto último, porque hay una persona en mi pensamiento desde hace 3 años, en la cual no puedo dejar de pensar, y últimamente tengo un propósito con ella que sé que no se podrá cumplir jamás y esto me hace sentirme abatido, deprimido y acabado. Unos te recomiendan que abandones tu propósito y busques a otra chica, y otros te proponen no perder las esperanzas. Yo no se que hacer, solo sé que la deseo entre mis brazos y hacerle el amor todas las noches.
Hace ya casi un año que vengo rumiando la idea, poniendo cosas en la balanza y sacando cosas de la balanza.
MIS argumentos: Ya tengo dos hijos. Ya mi satisfacción maternal de embarazos está satisfecha. No, no quiero volver a pasar por las náuseas matutinas, ni por los berridos a media madrugada, ni por los edemas en las piernas, ni por la peridural con esa aguja larguísima y fría en la columna, ni por los pañales infinitos e inservibles, ni por la ropita en capas de cebolla, ni por los llantos de dolor de oído/panza/diente/etc. Si por alguna razón yo me peleara con Silvio y encontrara otra pareja, ésta tendría que saber de antemano que no me interesa volver a pasar por el proceso de ser madre. Es más, si me buscara otra pareja, la querría con hijos propios para evitarme el trastorno de que me digan, "yo no sé qué es ser papá". Me jode sobremanera tener que obligar a mi memoria a recordar día a día "Mariana, tomaste la pastilla?" Los globitos son lindos pero como decoración en los cumpleaños; en otras cisrcunstancias prefiero que la cosa quede un poco menos prolija. La plata alcanza medianamente bien ahora que somos cuatro, pero si fueramos cinco ya no alcanzaría tanto. Diría mi abuela: "ya tenés la parejita, qué más querés?" Recién ahora puedo organizar mi esquema horario y hacer cursos, tomar más horas de trabajo, caminar y/o sentarme en el patio a mirar el pasto crecer. Ya tengo dos cesáreas encima, mis posibilidades de tener un parto natural son absurdamente pequeñas.
Hoy lo consulté con el ginecólogo y aclaré muchas dudas. Ahora ya sé bien, paso a paso como es la operación, qué tipo de anestesia lleva, cuánto dura, qué tipo de incisión, qué tiempo de recuperación. También me explicó qué manganetas hay que poner en las órdenes para que la obra social la cubra y no te hagan pagar a vos de tu bolsillo. Me explicó también lo de la irreversabilidad del procedimiento pero de cómo se podría hacer (a un alto costo $$$) para sortear el obstáculo y llegar a un nuevo embarazo. Pobres minas las que esperaban en la sala de espera del consultorio, estuve hablando con el médico como 45 minutos, preguntando todo lo que se me ocurría.
Ahora me falta masticar 30 veces más el asunto y terminar por resolverme. Sí resolverME. Porque Silvio en este asunto tiene cabida como opinólogo pero no como tomador de decisiones, después de todo es MI cuerpo. Aunque el santo está totalmente de acuerdo, sobre todo después de ver el embarazo no deseado de S. y los trastornos tanto económicos como psicoógicos que sufren ahora con su marido.
Pero creo que antes que termine el 2003 voy a tener mis trompas de Falopio ligadas.
MIS argumentos: Ya tengo dos hijos. Ya mi satisfacción maternal de embarazos está satisfecha. No, no quiero volver a pasar por las náuseas matutinas, ni por los berridos a media madrugada, ni por los edemas en las piernas, ni por la peridural con esa aguja larguísima y fría en la columna, ni por los pañales infinitos e inservibles, ni por la ropita en capas de cebolla, ni por los llantos de dolor de oído/panza/diente/etc. Si por alguna razón yo me peleara con Silvio y encontrara otra pareja, ésta tendría que saber de antemano que no me interesa volver a pasar por el proceso de ser madre. Es más, si me buscara otra pareja, la querría con hijos propios para evitarme el trastorno de que me digan, "yo no sé qué es ser papá". Me jode sobremanera tener que obligar a mi memoria a recordar día a día "Mariana, tomaste la pastilla?" Los globitos son lindos pero como decoración en los cumpleaños; en otras cisrcunstancias prefiero que la cosa quede un poco menos prolija. La plata alcanza medianamente bien ahora que somos cuatro, pero si fueramos cinco ya no alcanzaría tanto. Diría mi abuela: "ya tenés la parejita, qué más querés?" Recién ahora puedo organizar mi esquema horario y hacer cursos, tomar más horas de trabajo, caminar y/o sentarme en el patio a mirar el pasto crecer. Ya tengo dos cesáreas encima, mis posibilidades de tener un parto natural son absurdamente pequeñas.
Hoy lo consulté con el ginecólogo y aclaré muchas dudas. Ahora ya sé bien, paso a paso como es la operación, qué tipo de anestesia lleva, cuánto dura, qué tipo de incisión, qué tiempo de recuperación. También me explicó qué manganetas hay que poner en las órdenes para que la obra social la cubra y no te hagan pagar a vos de tu bolsillo. Me explicó también lo de la irreversabilidad del procedimiento pero de cómo se podría hacer (a un alto costo $$$) para sortear el obstáculo y llegar a un nuevo embarazo. Pobres minas las que esperaban en la sala de espera del consultorio, estuve hablando con el médico como 45 minutos, preguntando todo lo que se me ocurría.
Ahora me falta masticar 30 veces más el asunto y terminar por resolverme. Sí resolverME. Porque Silvio en este asunto tiene cabida como opinólogo pero no como tomador de decisiones, después de todo es MI cuerpo. Aunque el santo está totalmente de acuerdo, sobre todo después de ver el embarazo no deseado de S. y los trastornos tanto económicos como psicoógicos que sufren ahora con su marido.
Pero creo que antes que termine el 2003 voy a tener mis trompas de Falopio ligadas.
miércoles, 15 de octubre de 2003
No me gusta que las cosas de mi infancia se hayan encogido.
Porque no es que yo crecí, no, no, no.
No me vengan con esas extrapolaciones matemáticas que dicen que es porque en tu memoria quedó la referencia de tamaño de los objetos respecto a tu cuerpo infantil de hace (ay mi madre) 25/30 años atrás. No es eso.
Las cosas se encogieron, se tomaron la vieja pastilla de chiquitolina del Chapulín y se hicieron chiquitas.
Porque esa higuera que me raspaba las manos y me pelaba las rodillas era gigantesca y siempre usaba un banquito para poder llegar a la primera rama. Y el poste que sostenía el alambre de colgar la ropa era altísimo. Es más, ese gallinero no es el mismo que tenía mi abuelo cuando yo iba a su casa a comer puchero. No, cómo va a ser ESE el gallinero enoooorme lleno de gallinas coloradas que me picoteaban las zapatillas cuando entrabamos a ponerles maíz. Es imposible, si yo podía caminar parada derechita ahí adentro. Y hasta podía correr, como cuando el gallo verde me asustó y me quizo pelear.
No má, esta no es la casa del abuelo, así que si querés vendela tranquila.
Eso sí, dejame un ratito acá. Sí, sí, acá nomás. Es que quiero sentir la sombra del almendro por última vez.
Porque no es que yo crecí, no, no, no.
No me vengan con esas extrapolaciones matemáticas que dicen que es porque en tu memoria quedó la referencia de tamaño de los objetos respecto a tu cuerpo infantil de hace (ay mi madre) 25/30 años atrás. No es eso.
Las cosas se encogieron, se tomaron la vieja pastilla de chiquitolina del Chapulín y se hicieron chiquitas.
Porque esa higuera que me raspaba las manos y me pelaba las rodillas era gigantesca y siempre usaba un banquito para poder llegar a la primera rama. Y el poste que sostenía el alambre de colgar la ropa era altísimo. Es más, ese gallinero no es el mismo que tenía mi abuelo cuando yo iba a su casa a comer puchero. No, cómo va a ser ESE el gallinero enoooorme lleno de gallinas coloradas que me picoteaban las zapatillas cuando entrabamos a ponerles maíz. Es imposible, si yo podía caminar parada derechita ahí adentro. Y hasta podía correr, como cuando el gallo verde me asustó y me quizo pelear.
No má, esta no es la casa del abuelo, así que si querés vendela tranquila.
Eso sí, dejame un ratito acá. Sí, sí, acá nomás. Es que quiero sentir la sombra del almendro por última vez.
martes, 14 de octubre de 2003
El 12 de octubre mis suegros cumplieron 40 años de casados. Según averiguaron: "bodas de rubí"
Los hijos organizaron un almuerzo en casa de mi cuñada, un asado solo para la familia: ellos dos (Coco y Nena, como los llaman los nietos), mi cuñada con el marido y sus tres hijos, mi cuñada menor (sin novio "oficial" que la acompañe), Silvio, los chicos y yo.
El asado muy rico, los chicos se pelearon un poco con los primos pero no hubo golpes ni sangre, hubo torta rellena de crema y duraznos, vino rico y champancito para brindar. La conversación fue lo suficientemente banal como para no tener problemas, yo dejé mi cerebro en un frasco en casa y todo anduvo bien.
Sobre el final de la sobremesa, cuando todos estabamos impacientes mirando el reloj, llegaron.
Cantaron "estas son las mañanitas", "la balada de Juan Guerrero", "Ella", "Sigo siendo el rey", la obvia "alla en el rancho grande" y un par de boleros más muy buenos. Cambiaron la letra de algunas canciones para hacer coincidir los nombres de los suegros y gritaron "Feliz Aniversario" mientras el más chiquito disparaba cebitas con cara de resignado.
Mis suegros lloraron a mares, Silvio y sus hermanas lloraron a lagos, Ailén, Lihuel y los primos miraban y no entendían un soto (aunque después siguieron tarareando los coros de trompetas), mi cuñado político y yo no dedicamos a preservar el momento para el futuro (él le dio a la filmadora y yo a las fotos).
Terminó el mini recital de media hora y otra véz se ordenaron en filita y siguiendo a las trompetas se fueron a otra fiesta con la fiesta (previo pago del óbolo correspondiente, por supuesto).
40 años de casados es una barbaridad de tiempo.
Y una barbaridad de historias, de peleas, de de miradas, de abrazos, de ausencias, de miedos, de lágrimas.
Yo recién llevo 10 años de casada.
Y hay días en los que parece que me va a explotar la cabeza y que voy a mandar todo a la mierda. Pero no, sigo adelante. Cuánto de rutina hay ya instalada, cuánto de resignación (shit happens), cuánto hay de pelea de amor, cuánto hay de simple amor, cuánto hay. Cuánto.
Ya sé, ya sé. No puedo vivir con una calculadora y una balanza, tratando de medir todo, absolutamente TODO para sacar porcentajes.
Pero cómo puedo saber si esto es solamente sumar tiempo para llegar a juntar las cuatro tapitas de cocacola que me van a cambiar en el kiosco por un vaso de plástico que diga "lo lograste Mariana, sos una mina feliz". Y si cuando llegue al kiosco me dicen: "no chiquita, la promoción se terminó hace cuatro días"?
Igual, si el 21 de mayo del 2033 sigo estando junto a Silvio, prefiero que no haya mariachis.
Los hijos organizaron un almuerzo en casa de mi cuñada, un asado solo para la familia: ellos dos (Coco y Nena, como los llaman los nietos), mi cuñada con el marido y sus tres hijos, mi cuñada menor (sin novio "oficial" que la acompañe), Silvio, los chicos y yo.
El asado muy rico, los chicos se pelearon un poco con los primos pero no hubo golpes ni sangre, hubo torta rellena de crema y duraznos, vino rico y champancito para brindar. La conversación fue lo suficientemente banal como para no tener problemas, yo dejé mi cerebro en un frasco en casa y todo anduvo bien.
Sobre el final de la sobremesa, cuando todos estabamos impacientes mirando el reloj, llegaron.
Cantaron "estas son las mañanitas", "la balada de Juan Guerrero", "Ella", "Sigo siendo el rey", la obvia "alla en el rancho grande" y un par de boleros más muy buenos. Cambiaron la letra de algunas canciones para hacer coincidir los nombres de los suegros y gritaron "Feliz Aniversario" mientras el más chiquito disparaba cebitas con cara de resignado.
Mis suegros lloraron a mares, Silvio y sus hermanas lloraron a lagos, Ailén, Lihuel y los primos miraban y no entendían un soto (aunque después siguieron tarareando los coros de trompetas), mi cuñado político y yo no dedicamos a preservar el momento para el futuro (él le dio a la filmadora y yo a las fotos).
Terminó el mini recital de media hora y otra véz se ordenaron en filita y siguiendo a las trompetas se fueron a otra fiesta con la fiesta (previo pago del óbolo correspondiente, por supuesto).
40 años de casados es una barbaridad de tiempo.
Y una barbaridad de historias, de peleas, de de miradas, de abrazos, de ausencias, de miedos, de lágrimas.
Yo recién llevo 10 años de casada.
Y hay días en los que parece que me va a explotar la cabeza y que voy a mandar todo a la mierda. Pero no, sigo adelante. Cuánto de rutina hay ya instalada, cuánto de resignación (shit happens), cuánto hay de pelea de amor, cuánto hay de simple amor, cuánto hay. Cuánto.
Ya sé, ya sé. No puedo vivir con una calculadora y una balanza, tratando de medir todo, absolutamente TODO para sacar porcentajes.
Pero cómo puedo saber si esto es solamente sumar tiempo para llegar a juntar las cuatro tapitas de cocacola que me van a cambiar en el kiosco por un vaso de plástico que diga "lo lograste Mariana, sos una mina feliz". Y si cuando llegue al kiosco me dicen: "no chiquita, la promoción se terminó hace cuatro días"?
Igual, si el 21 de mayo del 2033 sigo estando junto a Silvio, prefiero que no haya mariachis.
viernes, 10 de octubre de 2003
OK
Creo que ya está listo.
A la izquierda del lector se encontrará una cómoda (??) barra de desplazamiento para poder leer los post. Si el color del fondo combinado con la letra hace que esto sea casi ilegible, plis avisemé.
A la derecha del lector tenemos la columna de navegación con sus correspondientes secciones. El tablón de chateo (o tag board) todavía no está instalado porque hay que lavarlo con agua caliente para que se achique un poco.
Hice un botonito, pero todavía no estoy del todo conforme, igual si lo quieren usar (para la descarga del baño) ahí lo tienen.
Bueno, por hoy ya fue demasiado esfuerzo.
Me voy a pasear.
update: ahora le puse otro chatter box, espero que ande
AH! alguien sabe qué son y para qué sirven los "avatars"? (si tienen una explicación para gallegos, mejor)
Creo que ya está listo.
A la izquierda del lector se encontrará una cómoda (??) barra de desplazamiento para poder leer los post. Si el color del fondo combinado con la letra hace que esto sea casi ilegible, plis avisemé.
A la derecha del lector tenemos la columna de navegación con sus correspondientes secciones. El tablón de chateo (o tag board) todavía no está instalado porque hay que lavarlo con agua caliente para que se achique un poco.
Hice un botonito, pero todavía no estoy del todo conforme, igual si lo quieren usar (para la descarga del baño) ahí lo tienen.
Bueno, por hoy ya fue demasiado esfuerzo.
Me voy a pasear.
update: ahora le puse otro chatter box, espero que ande
AH! alguien sabe qué son y para qué sirven los "avatars"? (si tienen una explicación para gallegos, mejor)
martes, 7 de octubre de 2003
lunes, 6 de octubre de 2003
Hay días en los que detesto a todo el mundo, desde mi cara en el espejo hasta la portera de la escuela que me hace té con miel cuando me duele la garganta. Y si ese día llueve, peor. Los llamo cariñosamente mis "días baldosa", porque lo único que quisiera hacer es meterme abajo de una baldosa en la verda hasta que se me pase.
En una época tenía en una calculadora programable cargado un programita en basic que me sacaba el biorritmo diario. Metía la fecha y la hora de nacimiento; después le cargabas la fecha que querías consultar y te tiraba unos porcentajes acerca de tu estado físico, emocional e intelectual. Era una pavada total, porque me acuerdo que el día que rendí Análisis Matemático II, con el ing. Bergé, que era un cuco y tomaba los exámenes más difíciles del mundo, tenía de estado intelectual 10% y así y todo me saqué un 9 (nueve) (!!)
Pero algo de verdad debería tener eso del biorritmo, porque las veces que me aparecían estos "días baldosa" coincidían con una conjunción de bajos porcentajes en todos los rincones.
La calculadora esa la heredó mi amiga J. Creo que la voy a llamar para que se fije cómo tengo los porcentajes hoy. Aunque seguro que debo tener -37% en todas las ramas.
UD: De hecho lo calcué usando este sitio y andaba bastante cerca de lo que yo creía.
En una época tenía en una calculadora programable cargado un programita en basic que me sacaba el biorritmo diario. Metía la fecha y la hora de nacimiento; después le cargabas la fecha que querías consultar y te tiraba unos porcentajes acerca de tu estado físico, emocional e intelectual. Era una pavada total, porque me acuerdo que el día que rendí Análisis Matemático II, con el ing. Bergé, que era un cuco y tomaba los exámenes más difíciles del mundo, tenía de estado intelectual 10% y así y todo me saqué un 9 (nueve) (!!)
Pero algo de verdad debería tener eso del biorritmo, porque las veces que me aparecían estos "días baldosa" coincidían con una conjunción de bajos porcentajes en todos los rincones.
La calculadora esa la heredó mi amiga J. Creo que la voy a llamar para que se fije cómo tengo los porcentajes hoy. Aunque seguro que debo tener -37% en todas las ramas.
UD: De hecho lo calcué usando este sitio y andaba bastante cerca de lo que yo creía.
viernes, 3 de octubre de 2003
jueves, 2 de octubre de 2003
Tengo tres lágimas atragantadas y no las puedo escupir.
?Será posible que llore a moco colgando con cualquier película en el cine, pero que sea incapaz de derramar una puñetera lágrima cuando se supone que la ocasión es verdaderamente emocionante o triste o conmovedora o melancólica o movilizadora?
A la realidad le falta ese plus de musicalización, iluminación, fotografía y primeros planos que hacen que la canilla lagrimal se abra.
?Será posible que llore a moco colgando con cualquier película en el cine, pero que sea incapaz de derramar una puñetera lágrima cuando se supone que la ocasión es verdaderamente emocionante o triste o conmovedora o melancólica o movilizadora?
A la realidad le falta ese plus de musicalización, iluminación, fotografía y primeros planos que hacen que la canilla lagrimal se abra.
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