Ya conté como lo conocí a mi marido, pero resumidamente fué mas o menos asi:
S se le ocurre viajar un año por Sudamérica, como le encanta pescar fué a parar a la Patagonia, justo, justo a la ciudad donde nací. Nos conocimos, un par de mails y una visita a la ciudad donde yo estudiaba.
Se queda viviendo en esa ciudad conmigo un año. Después S se vuelve a Inglaterra y yo lo espero. 4 meses mas tarde me manda un pasaje y me vengo a vivir a Londres. 6 meses mas tarde en Buenos Aires por medio de un Evatest me entero que viene L.
Estando de 38 semanas de embarazo y con 20 kilos mas, nos casamos.
Pero la verdad es que me costó. S andaba de viaje y en plena crisis de 30 haciendose el pendex por la Argentina y con ganas de conocer chicas.
Un día se fue al Machu Pichu y me dejó sola esperándolo cuidándole un celular y un par de botas. El muy tarado me dejó un cd con fotos que tenía su dirección de mail y su password.
Claro que revisé sus mails, me encontré de todo, en ese momento fué tremendo, sensación horrible, que me usaba, que se fué a ver a alguna chica, que capaz no viajaba solo a Perú y a partir de ese momento me volví insufrible, celosa, posesiva, insegura, controladora, horrible, todos sentimientos que jamás había tenido con nadie y que por suerte ya no los tengo. Porque maduré o me dí cuenta que nada es tan grave y que si él hubiera leído mi casilla de correo yo no podía decir ni Mú.
Cuando volvió de su viaje, nos fuimos a vivir juntos. Pero si tengo que ser sincera, él no estaba tan enganchado como yo, yo estaba desbordada de tanto amor.
Cuando se tuvo que volver a Londres definitivamente, yo sabia que no iba a volver, quedamos en seguir de novios a la distancia, y la verdad es que mal no nos fué, él tuvo la oportunidad de pensar si yo era LA CHICA, estoy segurisima, por mas que ahora me lo niegue, que tuvo sus historias aca, y yo cerré algunas en Argentina.
Y como ahora lo conozco bien, sé que se tomó su tiempo para tomar la decisión de mandarme el pasaje y toda la bola.
Y ahora no nos imaginamos la vida el uno sin el otro. Nos recontra amamos. Y queremos las mismas cosas, criamos a L con convicción, con afecto, con mucho mimo.
Igual es medio hincha, pero eso ya seria cultural y pasaré a explicarlo en otro momento.
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