Ayer me la pasé en la casa de mi vieja casi toda la tarde. Mi papá tenía su torneo anual de pelota paleta y por supuesto no iba a faltar.
Mi mamá sigue con miedo a pararse. Si sigue así se va a transformar en una paralítica por voluntad propia.
En fin.
Yo ayer ya hablé lo que tenía que hablar. Y mi viejo ya le avisó que a partir de este lunes va a volver a su ritmo de vida normal: gimnasio tres veces por semana, reuniones en la comisión del club de pelota y visitas a algunos amigos. Si ella no se levanta para hacer lo que ella considera su vida normal (léase limpiar sobre lo limpio y mirar televisión basura hasta que se le caigan los ojos) ya no es problema nuestro.
No podemos seguir orbitando como satélites a la orden de la princesa del malhumor y la acidez.
Hoy domigo llevamos a las perras a la playa. Nyx sigue con el gustito por el agua a pesar de sus diez años. Pero Lux todavía no entiende muy bien ese juego de correr al agua para buscar palitos. Ahora están las dos fundidas y durmiendo a pata suelta.
Menú para hoy: pollo al horno aunque no sé acompañado con qué. ¿Sugerencias?
Y después una peli K19 the widowmaker
Algo de submarinos que a Silvio le gusta. Espero no dormirme...º
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