Mi mamá tiene esta cosa compulsiva acerca de los fideos y el papel higiénico. Cada vez que va al super (esto es prácticamente todas las semanas) compra dos rollos de higienol, un paquete de tallarines y alterna entre un paquete de mostacholes o de coditos o de moños o de esos que parecen rulitos.
Por supuesto que no se gasta los dos rollos ni se come los dos paquetes de fideos en la semana restante. Pero ella cada vez que va al super, pone el automático y en la góndola del papel pal'cu manotea dos y los fideos prácticamente se codean entre ellos y dicen "che, ahí viene doña L., preparensé para saltar al chango".
Por eso hoy cuando después de almorzar fui al sucucho* para buscar un rollo de papel me encontré con veintisiete paquetitos que saltaban con alegría, dispuestos a salir del encierro.
Lo peor del caso es que ahora que sigue con su síndrome de madre víctima y convaleciente, lo manda a mi viejo al super todas las semanas, y en la lista de compras le anota: ¡¡¡HIGIENOL(2), FIDEOS (2 O 3)!!!
*sucucho= dícese del espacio que queda debajo de una escalera y que sirve para almacenar desde papel higiénico hasta la tabla de planchar
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