Llamadas telefónicas: unas cuantas, de personas que ni siquiera esperaba
Visitas: pocas, pero era día de semana y yo casi no tenía horario para estar en casa
Mails: varios, con tarjetas virtuales y animaciones divertidas (ok, J., lo del incendio por culpa de la torta fue demasiado), hasta hubo un mail de alguien que creía que ya me había borrado no sólo de sus contactos sino también de su memoria
Regalos: un anillo hermoso, dibujitos de mis hijos, un empujón grande para por fin remodelar la casa, una cajita corazón para guardar las tizas, muchos besos y muchos abrazos (de los de verdad), algunos tirones de oreja simbólicos y el tan deseado curso. Ese será el mejor regalo, siempre que los examenes médicos salgan bien, el curso.
Tenía 17 cuando K. lo hizo y yo me quedé afuera por culpa del maldito miedo a respirar que tiene mi vieja. A los 20 estuve a punto, pero mi viejo en esa época no tenía suficiente $. A los 23 tenía dos opciones: hacer el curso o pagar la fiesta de casamiento. No me arrepiento de mi elección. Después vino la mudanza a Tandil y el magisterio, los pocos horarios libres y el embarazo de Ailén. Y no, no se puede hacer el curso si una está embarazada, y menos si está en período de lactancia. Después vino el lío cuando Silvio quedó sin laburo y vivimos el embarazo de Lihuel en medio de las dudas y las deudas. El gordo llegó al planeta de verdad con el pan bajo el brazo y por eso volvimos al pago, con la frente no marchita, laburo y muchas esperanzas. Pasaron casi cuatro años ya y la oportunidad del curso siempre se me escapaba. Que los otros cursos para el puntaje, que las horas suplentes, que el curso era en Bahía y no había tiempo, que cuando me enteré ya había empezado ...
Pero por algo el planeta Marte estaba tan cerca de la Tierra este año: me pude anotar, ya empecé con las clases teóricas, tengo la plata justa para hacerlo y los horarios parecen diseñados a mi medida. Solamente falta que el medio me estampe el sello del OK para completar mi regalo de cumpleaños.
Así que con un poco de suerte dentro de tres meses voy a verme más o menos así
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