viernes, 19 de septiembre de 2003

Tiene razón Horacio, las casualidades no existen.
F. y J. se conocieron primero por miradas y después por inmensas charlas. Ella estaba hechizada pero él la seguía tratando como a una "amiga", muy "amiga" pero nada más. En un viaje de campamento fue casi natural que a la hora de repartir las carpas ellos quedaran solos en una y también fue natural verlos a los besos en el colectivo a la vuelta. Alguien se acuerda de la peli de fines de los ochenta: "Cuando Harry conoció a Sally"? bueno, para el grupo de personas que los conocíamos la peli en realidad se llamaba "Cuando Javi conoció a Fabi". Era obvio y natural que se casaran. Fue un casamiento al mediodía, sin estridencias, sin vestidos de diseño, sin corbatas, con un almuerzo hecho a fuerza de juntar canastas de amigos. Y fue muy natural que se mudaran al medio de la nada, a un pueblo de la Patagonia, donde se encargarían de vivir su vida natural que tanto habían soñado.
El pueblo no era muy grande, así que en cuanto él le puso los cuernos con otra mujer ella se enteró. Fue natural que, siendo como son, se separaran. Separación que parecía dolernos y sorprendernos más a todos nosotros que a ellos mismos, que se lo tomaron con absoluta naturalidad. Me acuerdo las conversaciones de aquella época: "che, pero si ellos dos que parecían la pareja ideal, si parecían complementos perfectos de un rompecabezas, si ellos, justo ellos se separaron, qué esperanzas nos quedan a nosotros, simples mortales".
Creíamos que F. se volvería a su casa, o que J. se volvería a sus pagos. Pero no. Se quedaron en el mismo pueblo chiquito viviendo en casas separadas, cruzándose en la panadería y en la farmacia, y saludándose sin pudor. "Pero él no se fue a vivir con "la otra? Y no te jode? Y no te molesta?" le preguntábamos, y ella respondía con su natural sonrisa: "él es feliz así y a mí me gusta el pueblo".
Pasó el tiempo y F. se encontró con el odontólogo C. Ella cruzó miradas y sin decir "agua va" le fue haciendo un lugar en su corazón. Fue natural que dejaran sus departamentos y se mudaran juntos a una casa. Y por obra de la naturaleza hoy a la mañana (previa firma del divorcio vincular de J.) F. y C. se casaron.
Fue casualidad que F. y J. se casaran para separarse a menos de un año de firmar los papeles? Fue casualidad que se mudaran a ESE pueblo perdido de nombre raro? Fue casualidad que J. encontrara allá a la mujer que hoy es la mamá de sus hijos? Fue casualidad que F. se quedará en el mismo pueblo a pesar de la traición? A lo mejor si nada de eso hubiera pasado, F. no hubiera conocido a C. , y no podría decir lo que dijo: "acá estoy, en el lugar al que pertenezco y con el hombre que amo, qué más puedo pedir?"
Casualidades? No. Yo creo que fue algo natural, completamente natural ...

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