martes, 16 de septiembre de 2003

Pégame tu vicio, el vicio de tus labios

What?s in a kiss?
Have you ever wondered just what it is?
More perhaps than just a moment of bliss
Tell me what?s in a kiss


La primera vez que besé fue en sexto grado. Se sabe que mi debilidad siempre han sido mis vecinillos, y esa no fue excepción.
Resulta que un amigo de mi padre se había ido a hacer un postgrado a Boston y nos había dejado al cuidado de su casa en la Horqueta. Normalmente yo vivía con mi mamá, pero esto coincidió con unos meses en los que se fue de viaje a Europa así que nos mudamos a lo de Eddie.
A mí me gustaba el pibe de enfrente (un nabín total, hoy novio de mi amiga Agustina), pero estaba claro que era un lenteja total así que ya le había pegado el ojo a otro, que vivía a la vuelta y se lo pasaba andando en bici por mi cuadra, y haciendo ?wheelie? cada vez que pasaba por mi ventana. Ritual de apareamiento total, porque vuestra servidora pasaba varias horas al día trepada al marco de la ventana mientras leía y fichaba a los hombrecitos que pasaban, haciéndose desear.
No me acuerdo cómo fue que un día el pibe este (que era bastante mayor, estaba en segundo año) se me puso a hablar, ni cuantas veces (diciendo que me iba a caminar) bajé a hablarle. Pueden haber sido tres, puede no haber sido ninguna.
In any case un buen día bajé y nos fuimos a caminar por ahí. Nos sentamos en una vereda con pastito, debajo de unos árboles y charlamos *bastante*. No me acuerdo bien de qué, sólo unos cuantos fragmentos que me hago el favor de considerar poco representativos: estaba sorprendido porque me negara a usar corpiño, cuando tenía mucho más tetas que sus hermanas; le dije que iba a ser una escritora muy famosa y me dijo que no hablara así porque se ponía al palo, me preguntó en repetidas ocasiones si podía darme un beso, a lo que yo me negaba tímidamente pero muerta de ganas. En el jardín de la casa en cuya vereda nos sentábamos empezó a sonar un lento de Roxette y me preguntó si bailaba (swear to God), y bailamos. Después nos volvimos a sentar y accedí a que me besara.
Pues bien, yo estaba por entonces enamoradísima de Macaulay Culkin y me esperaba un besillo de lo más inocente onda "My Girl", pero el chavo al toque me metió la lengua y estábamos transando. Y así estuvimos un largo rato, hasta que finalmente nos paramos (estabamos acostados en el pasto, ahí) y me acompañó hasta mi hogar. Él caminaba al lado mío con su bici y de pronto me dice che, tenés todo sucio y me quitó el polvo de los pantalones. Por decir le digo qué hacés y me dice che, ahora que soy tu novio me vas a dejar tocarte el culo, no? Y ahí me reí un poco y dije sure, pero adentro pensaba acerca de qué raro que era todo, cómo era esto de que éramos novios. Y no habíamos llegado a la esquina que ya había calculado que las (tremendas) ganas de seguir practicando no eran suficientes como para andarme molestando con toda esta burocracia de tener novio, por lo cual no pensaba volver a verlo en toda mi vida.
Subí a mi cuarto, Eddie me retó por haber desaparecido tanto tiempo y yo no podía sacarme la sonrisa estúpida en mi interior. No tenía la menor importancia.

I was quite pleased with myself, to be honest. Quite a record, too. Se podría decir que más allá de la experiencia en sí estaba orgullosa de mí misma por haberla llevado a cabo. Obvio que tenía ganas de transármelo hace rato. Obvio que tenía ganas de transarme a *alguno* hace rato, y que planeaba transarme a muchos más en el futuro. Pero lo relavante en el momento era que ya lo había experimentado. I was cool.
Después enseguida me puse de novia con Luquitas, por un año y medio. Laters Nicky un par de meses, laters muchos otros besos desparramados por ahí. Besos hot, besos normales, besos robados, besos mediocres, besos de todos los colores y formas durante el secundario. I was at ease with my experience and still pretty pleased with myself: en la puerta de mi ropero tenía una lista con nombre y fecha de mis víctimas, que luego pasé a papel y finalmente quemé instada por el repelotudo que hoy es padre de mi hijita.

El otro día me estaba por bajar del taxi y en Talcahuano veo en una vidriera una remerita very cool, colorada con el dibujo de una minita onda art nouveau y una inscripción que decía ?you will always remeber your first kiss?. Damn right, pensé, quiero esa remera y ser causa directa de que la gente se lo acuerde cada vez que la lleve puesta. Después pensé: ah, pobre mi boyfriend, seguró pensará que ando moqueando por el gilazo ese. Así que llegué a casa y le repetí algo que le había confesado hace mucho tiempo: *that* was not my first kiss.
Siempre lo había considerado como tal, por haber sido el primero en el tiempo, y muchas veces había confundido a otros (de los buenos) como verdaderos primeros besos, de los que habla Drew Barrymore en ?Never Been Kissed? (corny movie si las hay, pero siempre hay algo de cierto). El primer beso es otra cosa, es como estar enamorada: va más allá de lo irrelevantemente cronológico y no se lo supone o desea, simplemente es.
I?m proud to say que tuve mi primer beso el 24 de Junio de 2002, a los 21 años. Sentada en mi auto a media cuadra de Retiro y con mi hija en el asiento trasero. Un beso totalmente inesperado, deseado más que ningún otro. Un beso que, a diferencia del de hace 11 años atrás y todos los que le siguieron, me hizo temblar, poner colorada, mirar para otro lado y tartamudear como una tarada. Lo único que pude susurrar fue un par de desorbitados ?me muero, me muero?s entre las tres pausas que me concedió; tres besos (casi) sin lengua pero los más eléctricos que esta chica compartió.
And I?m not just saying this because I happen to be enamorada. I was in love before y nunca se me ocurrió cometer la barrabasada de andar inventando primeros besos de la nada.



Danixa, Jade y Guada se suman a la fiebre retrobesística.

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